El mejor médico para mi hijo

La planificación de la llegada de un bebé puede resultar uno de los momentos más emocionantes de su vida, pero también uno de los más agotadores. Pensar en nombres, modificar el uso del espacio en su hogar y adquirir todo lo que necesita un bebé son tan sólo algunas de las actividades que consumirán muchas horas de su vida durante el embarazo. En su lista de cosas por hacer, también tendrá que incluir la elección de un médico para su hijo antes de que nazca el bebé.

¿Cuáles son sus opciones?
Cuando se trata del cuidado de la salud de su hijo, existen tres tipos de profesionales calificados: pediatras, médicos clínicos para familias y enfermeras especializadas en pediatría.

Pediatras
La pediatría es la rama de la medicina que se ocupa de la salud física, emocional y social de los niños desde el nacimiento hasta la adolescencia. El objetivo principal de la pediatría es el cuidado preventivo de la salud.

Los pediatras tienen que completar cuatro años de estudios en medicina, seguidos de tres años de residencia en pediatría. Para obtener la matrícula, un pediatra debe rendir un examen escrito del American Board of Pediatrics. Los pediatras deben dar un examen cada siete años para mantener su matrícula. Esto significa que los pediatras se mantienen actualizados en cuestiones relacionadas con el cuidado de la salud de los niños. Un pediatra también tiene asistir a una cierta cantidad de cursos cada año para continuar con su formación a fin de renovar su licencia en el estado donde practica su profesión.

Algunos pediatras reciben capacitación adicional en una subespecialidad dentro de la pediatría, como cardiología, terapia intensiva, emergencias o hematología. Estos especialistas suelen cursar tres años más de capacitación después de la residencia para obtener su matrícula en esa subespecialidad dentro de la pediatría.

Médico clínico de familia
Los médicos clínicos de familia deben completar 3 años de residencia después de terminar sus estudios de medicina. Los médicos clínicos de familia hacen la residencia para capacitarse en pediatría y en otras áreas, como medicina interna, ortopedia y ginecología y obstetricia. Por lo general, pasan varios meses capacitándose en cada área. Después de eso, cumplen los requisitos necesarios para dar el examen de habilitación de la American Board of Family Medicine. También se les exige continuar su formación y rendir exámenes para renovar periódicamente su habilitación.

Dado que se forman en varias áreas, los médicos clínicos de familia están capacitados para atender a pacientes de todas las edades. Esto significa que su hijo puede atenderse con el mismo médico desde que nace hasta que es adulto. También significa que todos los miembros de la familia pueden recibir la atención de un mismo médico. Un médico clínico de familia conoce la historia clínica de cada miembro de la familia y también suele estar más al tanto de los aspectos emocionales y sociales que rodean a su familia y que pueden afectar la salud de su hijo.

Cuando elija a un médico clínico de familia, asegúrese de preguntar acerca de la política sobre edades. Algunos médicos clínicos de familia sólo atienden a pocos niños o no atienden a niños menores de cierta edad.

Enfermeras especializadas en pediatría
Otro tipo de profesional para el cuidado de la salud de su hijo es la enfermera especializada en pediatría (PNP por su sigla en inglés). Por lo general, estas profesionales han obtenido su maestría en enfermería y han recibido un entrenamiento especial para realizar historias clínicas, practicar exámenes físicos de rutina a niños, hacer diagnósticos clínicos, y brindar consejo y tratamiento. Al igual que los pediatras, las PNP suelen especializarse en un área en particular, como la neurología o la endocrinología. Las PNP trabajan con los médicos en hospitales, clínicas y en consultorios particulares. El número de PNP aumenta cada año y, en los Estados Unidos, hay hoy unas 18.000 PNP que trabajan en forma activa.

Algunos padres se muestran reticentes a que sus hijos reciban atención médica de manos de una enfermera, porque piensan que una PNP puede tener menos entrenamiento o capacitación en el cuidado de la salud de los niños. Estos sentimientos son mayormente injustificados. La presencia de las PNP en el consultorio de un médico puede ofrecer muchas ventajas. Los padres descubren que una PNP está más tiempo que un médico con ellos cuando se trata de conversar sobre temas relacionados con la salud o el cuidado del niño. Además, si una PNP descubre un problema clínico más complejo, está entrenada para consultar con el médico. Si, aun así, usted prefiere ver al médico únicamente o cree que la PNP debe consultar al médico después de atender a su hijo, la mayoría de los consultorios médicos aceptarán este pedido.kidshealth


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