¿Y si la escuela desapareciera tal y cómo la conocemos?

Quizás, algunas personas al leer el título del post piensen que es una pregunta extremista. Pero puede que si realmente reflexionemos sobre ella nos demos cuenta de que no es para tanto. No son pocos los expertos, entre ellos Peter Senge (economista y pedagogo), que piensan que la escuela tal y cómo la entendemos debería desaparecer.

En España, el modelo de escuela no ha cambiado desde hace más de diez años. Sí, sé que poco a poco cada vez son más los profesores, maestros y centros educativos los que se están sumando al cambio educativo. Pero esa transformación no será cien por cien auténtica si la sociedad sigue pensando en el concepto escuela como algo tradicional, autoritario e inflexible.

¿Por qué no me parece extremista la idea de que la escuela tal cómo la entendemos hoy desaparezca?

Pues porque llevo viviendo con el mismo modelo educativo desde que empecé a estudiar. Todavía hoy sigo estudiando y veo que la metodología no ha cambiado casi nada. Cuando asistía a educación primaria las clases eran rígidas e inflexibles. En las clases teníamos que estar callados y atendiendo al profesor sin casi pestañear.

Obviamente, el profesor tenía un rol autoritario y disciplinario. E incluso algunas veces nos amenazaba con castigarnos sin recreo si hablábamos más de la cuenta o si no llevábamos todos los deberes hechos al día siguiente. Un modelo de escuela que conseguía agobiarnos, quitarnos la ilusión y desmotivarnos.

¿Creéis que hoy es muy diferente?

Cada día al pasear a mi perro por las mañanas veo a niños y niñas de educación primaria cargados con una mochila que ocupa más que ellos. Cada vez les veo más desorientados, con menos emoción y sin ganas de aprender. Van a la escuela por obligación y no por placer.

Lo mismo pasa con estudiantes de educación secundaria y bachillerato: en pocas clases se fomenta el pensamiento crítico, la toma de decisiones, la iniciativa y tampoco el debate. Aunque me cueste decirlo, son muchos los profesores que todavía prefieren dar un montón de hojas a los alumnos para que estudien.

¿Y eso fomenta el aprendizaje activo?

Está claro que no. Lo único que se consigue con eso es que los estudiantes se estudien los apuntes exclusivamente para aprobar los exámenes y no porque de verdad estén interesados. En la universidad también tenemos el mismo modelo de escuela. El ser humano es increíblemente creativo. ¿De verdad no se le ha ocurrido crear otro método de evaluación?

Los maestros y profesores no son dioses que todo lo saben

Desde la Grecia clásica se ha creído que los maestros y expertos en educación eran personas sabias, con un nivel cultural muy alto, que lo sabían prácticamente todo y que nunca se equivocaban. Es decir, se tenía a pedagogos y profesores en un pedestal. Y ahora pasa más o menos lo mismo.

Familia y escuela esperan que los profesores sean expertos en la materia que imparten para enseñar sin fallos a los estudiantes. Hay quién no concibe que los docentes aprendan junto a sus estudiantes. Y a día de hoy todavía hay gente que se sorprende de que los profesores no sean enciclopedias andantes.


«No lo sé». Esa es la respuesta que le dio una amiga que es profesora en secundaria a uno de los estudiante. La docente observó como los alumnos se miraban entre sí extrañados. «Es verdad, no lo sé. ¿Por qué no buscamos la respuesta juntos?» Tenemos que conseguir que esa respuesta no sea rara.

Los estudiantes no son seres pasivos que memorizan

Hojas de apuntes, resúmenes y deberes repetitivos que no llevan a ninguna parte. Muchos alumnos siguen teniendo un rol pasivo en la escuela. No pueden opinar, no pueden expresar sus emociones y no pueden debatir. Son considerados por bastantes centros educativos como seres pasivos que memorizan.

Seres pasivos cuyo objetivo máximo debe ser aprobar los exámenes para seguir escalando en las etapas educativas. El mundo necesita estudiantes con iniciativa, con capacidad de análisis, con pensamiento crítico, con valores y sensibles.

¿Qué pasa si la escuela no se preocupa en formarles de esa manera?

Que se estará dando sumisión educativa y los estudiantes (bajo mi punto de vista) no estarán preparados para enfrentarse a algunas situaciones cotidianas. Por eso, es tan importante que la escuela no se centre únicamente en los contenidos académicos.

La escuela tiene que enseñar herramientas y estrategias para la vida a los estudiantes.

Entonces, ¿qué pasaría si el modelo educativo tradicional desapareciera?

Si la escuela pasara a ser un lugar abierto, flexible, compresivo y comprometido con los estudiantes y profesores se estaría avanzando, finalmente, hacia el cambio educativo. Los alumnos pasarían a ser seres activos, protagonistas de su propio aprendizaje y personas con pensamiento crítico.

Los profesores a parte de conocer una asignatura y transmitir conocimiento serían acompañantes, guías y el apoyo de los estudiantes. Estarían más implicados con la comunidad educativa y darían igual importancia al área intelectual, emocional, social y personal de los estudiantes.

Si el modelo de escuela tradicional desapareciera estaríamos dando los primeros pasos hacia un aprendizaje activo. Estaríamos dando los primeros pasos hacia el concepto de «aprendizaje por placer» y nos estaríamos alejando del «aprendizaje fingido y por obligación»

Está claro que esa es mi opinión. Pero, ¿cuál es la vuestra? ¿Qué creéis que pasaría si el modelo tradicional de escuela desapareciera? ¿Creéis que sería algo bueno?


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