La lactancia prolongada está vinculada con mayores ingresos en la edad adulta, según un estudio

  La lactancia prolongada está vinculada con mayores ingresos en la edad adulta, según un estudio

Le he dado muchas vueltas a este titular. Finalmente me he decido por el más efectista. Al fin y al cabo, a pocos les sorprenderá el hecho de que la  La lactancia prolongada está vinculada con mayores ingresos en la edad adulta, según un estudio esté relacionada con bebés más inteligentes, por mucho que lo diga un estudio, como ahora veremos. Pero, tal y como están las cosas (y la que nos viene), si digo que la lactancia materna prolongada y una vida adulta con mayores ingresos, seguro que más de uno abre los ojos  y sigue leyendo.

Concretamente, el estudio del que te voy a hablar ha encontrado que la lactancia prolongada está vinculada una inteligencia superior, a la escolarización durante más tiempo y a mayores ingresos en la edad adulta. Dicho así, todo encaja. Te lo cuento con más detalle, porque el estudio no tiene desperdicio. Así, la próxima vez que alguien te critique por tener al niño «colgado de la teta» tendrás un argumento más para devolverle el cumplido o, al menos para sentirte más segura de ti misma o para apoyar a tu pareja. 

El estudio, publicado en la revista The Lancet Global Health, hizo el seguimiento de 3493 niños nacidos en Pelotas, Brasil. Después de un promedio de 30 años, los investigadores midieron su coeficiente intelectual y recogieron más información sobre sus logros educativos e ingresos.

«El efecto de la lactancia materna en el desarrollo del cerebro y la inteligencia del niño está bien establecido, pero que estos efectos persistan en la edad adulta es menos clara», dice el autor principal de estudio, el doctor Bernardo Lessa Horta, de la Universidad Federal de Pelotas, en Brasil. «Nuestro estudio proporciona la primera evidencia de que la prolongación de la lactancia materna no solo aumenta la inteligencia por lo menos hasta la edad de 30 años, sino que también tiene un impacto tanto a nivel individual como social, mejorando el nivel de instrucción y la capacidad de ganar.»

A corto plazo, la lactancia materna es conocida por reducir la prevalencia de las enfermedades infecciosas y la mortalidad de las mismas entre los lactantes. La Clínica Mayo describe la leche materna como el estándar de oro para la nutrición de los bebés, ya que contiene el equilibrio correcto de nutrientes para el bebé, a la vez que aumenta su sistema inmunológico.

Muchos estudios observacionales anteriores referentes a la lactancia materna han sido limitados debido a patrones sociales. El doctor Horta explica que «lo que es único acerca de este estudio es el hecho de que, en la población estudiada, la lactancia materna no era más común entre las mujeres con educación superior, de altos ingresos, sino que  se distribuye de manera uniforme por clase social».

Los resultados también sugieren que la cantidad de leche consumida podría desempeñar un papel importante. 

Para el estudio, los sujetos fueron divididos en cinco grupos en función de la cantidad de tiempo que fueron amamantados. También se controlaron diez variables que pueden haber contribuido a los aumentos en el coeficiente intelectual, como la renta familiar al nacer, la edad materna y el nivel de estudios de los padres.

Los investigadores encontraron no solo que la lactancia materna condujo a aumentos en la inteligencia del adulto, la escolarización más larga y mayores remuneraciones en la edad adulta, sino también que la magnitud de los beneficios fue mayor en los amamantados durante más de 12 meses.

En comparación con los bebés que fueron amamantados durante menos de un mes, los bebés alimentados con leche materna durante 12 meses tuvieron cuatro más puntos de coeficiente intelectual más,  0,9 años más de escolaridad y ganaban 104 dólares más al mes de media.

El doctor Horta cree que hay un mecanismo biológico que respalda las conclusiones del estudio. Dice que «el mecanismo probable subyacente a los efectos beneficiosos de la leche materna en la inteligencia es la presencia de ácidos grasos saturados de cadena larga (DHA) que se encuentran en la leche materna, que son esenciales para el desarrollo cerebral». Y añade: «Nuestro hallazgo de que la lactancia materna predominante está positivamente relacionada con el coeficiente intelectual en la edad adulta también sugiere que la cantidad de leche que se consume juega un papel importante».


Aunque los investigadores no midieron las características del entorno familiar de los bebés o apego materno-infantil, los investigadores afirman que la investigación anterior sugiere que los  sujetos alimentados con leche materna han demostrado mejorar el funcionamiento cognitivo, incluso después de controlar el ambiente del hogar y la estimulación.

«Nuestros resultados sugieren que la lactancia materna no solo mejora la inteligencia hasta la edad adulta, sino que también tiene un efecto tanto a nivel individual como social, al aumentar el nivel de instrucción y la capacidad de ganar», concluyen los autores

Cuando hace unos meses hablábamos de que la lactancia materna es buena para la salud, y para el bolsillo no me imagina que lo del «bolsillo» iba a tener un significado tan amplio.

Imagen – Daniel Lobo


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