Método Montessori para fomentar la curiosidad entre niños de 3 a 6 años

niño muestra su curiosidad mirando un pez en la pecera

La mayoría de nosotros conocemos o hemos oído hablar del Método Montessori. La ventaja es que suele alejarse un poco de los métodos tradicionales de la educación, al dotar al niño de una independencia muy especial donde el adulto, casi siempre actúa de guía.

Estamos ante un tipo de pedagogía donde se valora la responsabilidad, tanto de los propios padres como del propio niño para aprender a ser independiente. Y para ser independiente debemos sobre todo darle la oportunidad de explorar, de interaccionar, y en especial, de potenciar su curiosidad. En «Madres hoy» queremos explicarte de qué manera puedes aplicar el método Montessori en casa, para educar a niños entre los 3 y los 6 años.

La curiosidad como arma de poder y los padres como promotores

Si hay un aspecto esencial en el cerebro infantil es su gran potencial para aprender, y el medio para articular estos aprendizajes es sin duda canalizar su curiosidad. Si aplicamos un tipo de crianza donde vetamos a cada instante a nuestros niños a que no toquen esto y lo otro, o que se queden quietos, estaremos «limitando» su oportunidad de crecimiento y aprendizaje.

«La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle».

María Montessori

¿Cuál es entonces nuestro papel como madres y padres? Ten muy en cuenta estos sencillos principios que nos dejó la propia Montessori, y que sin duda, ya aplicas en el día a día.

  • Un niño que se siente amado se siente seguro para explorar el mundo
  • Escucha siempre a tu hijo cuando se acerque con una pregunta, ten tiempo para él cada día.
  • Respeta a tu hijo aunque haya cometido un error. Jamás lo sanciones en público.
  • Debes estar dispuesta a ayudar a tu hijo cuando quiere buscar algo. Ahora bien, también es igual de importante que le permitas encontrar las cosas por sí solo.
  • Evita criticar a tu hijo. De hacerlo, lo primero que él va a aprender es a juzgarse a sí mismo.
  • Si le elogias de forma constante y cuando lo merece, él aprenderá a valorarse.
  • Procura que tus niños se sientan seguros a cada instante. Un niño seguro se siente más confiado para explorar el mundo a través de la curiosidad.
  • Escucha sus opiniones y valóralas. De esa forma se sentirá integrado y sabrá que su voz, sus palabras, son importantes.

Los niños entre los 3 a los 6 años: una mente que absorbe

niña trabaja su curiosidad en el campo recoletando una zanahoria

María Montessori nos hablaba de la importancia de los periodos sensibles comprendidos en la vida del niño hasta llegados los 6 años. Si tu hijo se encuentra en esta edad, debes saber que no volverá a tener una oportunidad tan intensa para desarrollarse emocional e intelectualmente.

Es durante este periodo tan interesante cuando tus niños van a asimilar el mundo que les rodea, y tú debes ser su guía. La artífice de cada uno de sus pasos, donde debes ser capaz de crear y no limitar, donde favorecer y nunca sobreproteger.

  • A partir de los 3 años la curiosidad en los niños adquiere un poder determinante. En el tercer año existe ya un mayor desarrollo cortical, lo cual da paso a una maravillosa maduración neuronal. Las neuronas de los niños de tres años son capaces de dar respuesta a una conducta o comportamiento mucho más complejo.
  • Entre los 4 y los 5 años: en esta época los niños ya tienen conciencia de sí mismos. Desarrollan el pensamiento mágico, ahí donde la curiosidad es una auténtica arma de poder. Ten en cuenta también que en esta edad van a tener muchas necesidades afectivas y de reconocimiento.
  • Entre los 5 y los 6 años: es una época en que los amigos ya tienen un valor muy importante. Desarrollan vínculos de amistad y disfrutan jugando con sus semejantes. Es entonces cuando deberíamos facilitar su socialización, un modo muy adecuado de potenciar su inteligencia emocional así como su «curiosidad social»

Cómo aplicar el Método Montessori en casa para potenciar la curiosidad

madre e hijo hablando

Un ambiente preparado

Sabemos que el método Montessori se aplica en especial en un determinado tipo de aulas, donde se busca favorecer la libertad y la capacidad de exploración del niño. Ahora bien, pero ¿podemos en casa hacer lo mismo sin tener que gastar mucho dinero?

Desde luego. Estos serían los siguientes puntos a tener en cuenta.

  • Entre los 3 y los 6 años tenemos niños muy inquietos, y por lo tanto, debemos controlar todo tipo de riesgos.
  • Es importante equilibrar la oportunidad de interacción con la limitación de peligros.
  • El hogar puede estructurarse en áreas de interés cotidiano en el niño. Podemos habilitar áreas que estén siempre a su altura y que puedan servirle para interactuar, trabajar y aprender.
  • Su habitación es su área de juegos. Es vital que se hagan responsables desde los 3 años de mantener el orden. Promueve que recojan sus juguetes después de usarlos, que se preocupen por tener la cama hecha, por ayudarte a guardar la ropa.
  • Podemos contar con un área relacionada con la naturaleza. Un espacio donde hayan plantas ( aunque sea una simple bandeja con botes de yogur donde plantemos semillas como garbanzos o lentejas)
  • Otra área estará destinada a lectura. Será su cajón con libros.
  • Otra área será la destinada a la cocina. Ahí pueden tener su bandeja con frutas, con divertidos moldes de silicona para hacer madalenas, las cuales, pueden preparar contigo.

Se trata, en esencia, de hacer partícipe al niño de todas las tareas del hogar. De esa forma fomentamos su curiosidad y su responsabilidad.

Un reto diario para fomentar la curiosidad

En nuestro artículo anterior sobre «Pedagogía Montessori para niños de entre 6 y 12 meses» te hablábamos de la conveniencia de crear «un cajón sorpresa» donde introducir cada día un objeto nuevo y diferente.

En esta ocasión, y a medida que los niños crecen deberemos aumentar la complejidad. No obstante, es una estrategia ideal con la que incentivar la emoción, el desafío, la responsabilidad y la curiosidad de los niños. Ahora bien, recuerda que para obtener buenos resultados, se necesita dedicación por nuestra parte.

¿De qué forma podemos hacerlo? ¿Qué debe contener el cajón de la curiosidad?

No hace falta que invirtamos dinero. Nuestra imaginación es el mejor recurso, y una forma maravillosa de crear el vínculo con nuestros hijos.

  • Puede ser un pequeño desafío, una prueba con una gratificación final. Escóndele alguna golosina, algún dulce o cualquier «detalle» que deberá descubrir siguiendo unas pautas: en el libro de recetas de la estantería hay una pista, esa pista, lo llevará a otro rincón de la casa, hasta que poco a poco dé con su tesoro.
  • Otro día podemos colocar en nuestra caja de curiosidades una «responsabilidad». Ya sea mediante un dibujo o una pequeña nota, podemos ofrecerle al niño una nueva responsabilidad en la casa que lo haga sentirse útil e integrado.
  • En la caja, puedes introducir cada día cosas como «una semilla que plantar», «una manualidad», «un libro» e incluso simples tarjetas donde de forma gráfica, indicarle cuánto lo quieres y lo orgullosa que estás de él.

padre trabajando la curiosidad con su hija mientras leen

Algo tan sencillo como situar en algún lugar de la casa este baúl de la curiosidad, hará que cada día tu hijo se sienta motivado por aprender y descubrir cosas nuevas. Y tú serás tu guía, tu serás su artífice cotidiano de emociones y alegrías.

No dudes también en animarle a que te deje cosas suyas en ese baúl, de esa forma establecemos una interacción familiar de la que todos podemos beneficiarnos. ¿Te animas a poner en marcha el método Montessori en casa?


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