«El parto es un acto de amor pleno entre dos seres» (Michel Odent)

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No es la primera vez que hablamos de Michel Odent en Madres Hoy, Odent es un médico obstetra de origen francés, que a sus 86 años es una figura de referencia mundial por ser claro defensor del parto fisiológico. Fue el responsable de la creación del Primal Health Research Centre, y entre sus méritos se encuentra haber presentado por primera vez un documento escrito por él sobre la iniciación a la lactancia materna durante la primera hora tras el parto.

Le hacemos flaco favor al señor Odent al describir sus aportaciones en defensa de las madres y los bebés en tres líneas, así que si os interesa conocerle más, os invitamos a buscar información sobre él en Internet.

Hoy os queríamos hablar de la ‘mamiferización’ del parto, frente a la humanización de la que algunas veces hemos hablado. El propio Odent señala que cualquier intervención médica durante el parto puede provocar miedo y estrés a la mujer embarazada, y todas las acciones diseñadas por los protocolos hospitalarios han sido elaboradas por y para personas humanas (y racionales, por tanto) sin tener en cuenta que dicha mujer, es una hembra mamífera, y al igual que sus antecesoras durante miles de años, es capaz de parir si se dan las condiciones mínimas.

Cree este obstetra que en los hospitales debería imperar el ‘paradigma de proteger’ a la mamá y el bebé durante el parto, proceso al que se refiere como un “acto de amor pleno entre dos seres y que culmina cuando el recién nacido descansa sobre el cuerpo de la madre”. Es decir, el paradigma mencionado se antepone al de ‘ayudar’ que puede llegar a ser una intromisión. La descripción que realiza del proceso es apasionante, por ejemplo explica que el neocórtex (denominado ‘cerebro racional’) tiende a disminuir la actividad durante el parto, por lo que cualquier manifestación de lenguaje humano (verbal y no verbal) debe ser reducida y utilizada con sumo cuidado, para no activarlo e interferir.

Michel Odent no niega una intervención necesaria, lo que ocurre es que en su opinión, muchas de ellas no lo son. Realmente hemos perdido la naturalidad que debería estar asociada al parto, hasta tal punto de que la cesárea se ha normalizado de una forma sorprendente, e incluso las madres la justifican (por convencimiento o por miedo a darse cuente de lo que es evidente).

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Cóctel de hormonas que culminan en un acto de amor.

Odent forma parte de sociedades científicas, aunque en el Reino Unido (dónde reside) no ejerce como obstetra o cirujano; ahora bien: su dilatada experiencia previa incluye un cargo en la unidad de maternidad del Hospital de Pithiviers, dónde tuvo la ocasión de cuestionarse (y ayudar a que las matronas hicieran lo mismo) muchas de las prácticas habituales. Como sabéis, la oxitocina es la hormona del amor, y es liberada para facilitar el parto, ya que provoca contracciones, después también interviene en la secreción de leche materna.

Pero si los niveles de adrenalina en la mujer son altos (se siente amenazada, estresada) el parto deberá esperar… en un entorno natural ocurriría cuando la mujer se sintiera segura, en un hospital, el hecho de que ‘no progrese’ puede desencadenar una serie de intervenciones (como oxitocina sintética, tactos, etc.) que puede que no hagan más que empeorar la situación (entendiendo como empeoramiento un ‘alejamiento de lo natural’).

Detalles que importan mucho.

Odent nos aporta que la mujer en preparto no debería permanecer inactiva, que una iluminación tenue o más oscuridad favorecen, y que el cordón no se corta prematuramente. En este tema, si nos podemos sentir afortunadas de contar con profesionales y equipamientos sanitarios, será porque contamos con asesoramiento y quien nos ayude en caso de ser necesario; pero una buena manera de ayudar a una mujer pariendo, es simplemente ‘acompañándola’.

Las mujeres hemos parido sin dificultades, y sin problemas asociados, durante buena parte de nuestra historia como humanas, pero sobre todo somos mamíferas, aunque el ‘miedo’ o los convencionalismos nos lo hacen olvidar en ocasiones.

En definitiva: si conocemos las necesidades básicas que como mamíferas tenemos, y tienen nuestros bebés, será más fácil pedir una asistencia ‘no intervencionista’ en nuestros partos. Podemos empezar por buscar información para sentirnos más seguras, hablando con la matrona, dirigirnos a la asociación El Parto es Nuestro, también es posible elaborar nuestro Plan de Parto, incluso plantearnos un parto en casa. Primero la información, después la toma de decisiones, no al revés.


Imágenes — Tom Adriaenssen


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