8ª semana de embarazo

Embrión en la semana 8 de embarazo

Estamos en la octava semana de embarazo, y en “Madres Hoy”, continuamos con una nueva entrega para enseñarte qué cambios acontecen en tu interior, cómo crece nuestro bebé y qué efectos suele vivir la mamá en cada una de estas etapas.

Ya han pasado seis semanas desde la fecundación y podríamos decir sin equivocarnos, que nos encontramos en una etapa clave. Es una fase en la que es muy posible que continuemos con las náuseas, pero donde van a empezar a acontecer también cambios muy importantes en nuestro cuerpo que vamos a notar claramente. Te ofrecemos toda la información.

Semana 8 de embarazo: el feto y la especialización celular

La octava semana del calendario del embarazo no se percibe demasiado en nuestro vientre, pero en su interior acontecen, como hemos señalado antes, cosas muy especiales.

  • El embrión empieza a perder su cola o su forma “de pequeña haba” para adquirir ya características humanas y hacerse un poquito más alargado. Se inicia lo que se conoce como la etapa fetal.
  • Mide entre 1,5 y 2 centímetros y suele pesar unos 3 gramos. A pesar de su pequeño tamaño, la especialización celular inicia ya un proceso de gran relevancia donde aparecen estructuras tan pequeñas como la retina, los párpados, el labio superior, la nariz y las orejas.
  • El cuerpo, a medida que se alarga genera también el proceso de la osificación, el endurecimiento de los huesos y de las articulaciones de los codos, las muñecas, tobillos, rodillas… Los pies palmeados y las manos se van separando y ya casi podemos contar los 20 dedos.
  • Otro dato a tener en cuenta es que durante esta fase, y gracias a la formación cada vez más definida de las extremidades, el pequeño feto ya dispone de músculos. ¿Qué significa esto? Que a lo largo de esta octava semana de gestación pueden aparecer sus primeros movimientos, pero eso sí, involuntarios aún y como consecuencia de la propia especialización celular.

Empiezan a formarse los órganos

Bebé en la semana 8 de embarazo

El feto durante esta etapa tiene una apariencia muy característica: nos parece “muy cabezón”. Esto se debe a que el embrión ha ido modificándose en las semanas anteriores hasta que a lo largo de esta octava semana acontece ya la formación del cerebro, el hígado, los ojos e incluso las gónadas, las cuales, irán definiendo ya la formación de testículos u ovarios.

  • Por su parte, los pulmones y el corazón siguen madurando (sus latidos ya pueden ser audibles), y un aspecto que vale la pena tener en cuenta es el referente a sus intestinos. Estos crecen tan rápido que llega un momento en que “suelen colapsar” con el hígado. Es entonces cuando se forma lo que se conoce como “hernia umbilical fisiológica”.
  • No obstante, cabe decir que es algo completamente natural. Los intestinos se proyectan hacia el cordón umbilical, pero esa pequeña protuberancia desaparece en la décima semana del feto (semana 12 de embarazo).

Nuestra primera ecografía.

Ha llegado el momento que toda madre y que todo padre aguarda con ansiedad: la primera ecografía. Hasta esa octava semana lo más probable es que nadie fuera de tu círculo personal sepa aún que estás embarazada.

Hasta el momento, vestías la misma ropa, pero puede decirse que a partir de esta semana van a pasar ya muchas cosas, como por ejemplo el aumento de peso (más o menos de un kilo). Por ello, es vital que nos realicemos los pertinentes análisis, el control de la tensión arterial y por su puesto las primeras ecografías.

El feto tiene nuevas necesidades y lo vamos a notar

  • Hasta hace poco, el embrión ha venido alimentándose de la vesícula vitelina, un pequeño saco cargado de nutrientes, pero ahora, necesita más oxígeno y alimento, y tiene que hacer uso de la placenta.
  • A lo largo de las anteriores semanas se ha formado el cordón umbilical y ya funciona llevando sangre hasta la placenta y devolviéndosela al feto. Ello implica que nuestro volumen sanguíneo va aumentar, que la placenta va a seguir creciendo y que en poco tiempo, ya no podremos usar nuestra ropa de siempre.
  • Debido a ese aumento del volumen sanguíneo antes señalado, empezamos ya a correr el riesgo de desarrollar alguna vena varicosa, es algo a tener en cuenta.
  • También debemos poner especial atención a nuestros senos. Van a aumentar de tamaño y vamos a necesitar comprar nuevas tallas de sujetador. Debido a los cambios hormonales, la areola (la piel alrededor de los pezones) pueden empezar a oscurecerse.

No obstante, hemos de recordar que cada cuerpo es único y excepcional y que cada mujer, experimentará sus propios cambios más o menos evidentes. Pero ello no quiere decir que no debamos estar preparadas también.


Cuidados y recomendaciones

Dieta en la semana 8 de embarazo

  • Es importante mantener una dieta variada y equilibrada donde no falte la vitamina D y el ácido fólico. Puedes consultar con tu médico sobre la conveniencia o no de tomar suplementos vitamínicos.
  • Estar embarazada no significa “comer por dos” sino preocuparnos un poco más por cubrir todos nuestros nutrientes, sin descuidar sin duda las proteínas, el hierro y el ácido fólico antes señalado.
  • No dudes en hacer un poco de ejercicio suave cada día, en especial aquellos que te ayuden a cuidar de la salud de tu espalda y de la pelvis.
  • Cuida de tu salud emocional, factores como el estrés o la ansiedad pueden llegar a ser muy peligrosos durante la gestación. Las emociones de la madre son un gran regulador de la fisiología de la mujer y del propio feto, así que aunque estemos solo en la octava semana de embarazo, no te olvides también de este aspecto esencial.

A continuación, os dejamos un video explicativo sobre los cambios que suceden en la criatura que crece dentro de ti:

No te pierdas la próxima entrega en Madres Hoy sobre la novena semana de embarazo.


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