Cuando una mujer embarazada, especialmente si es madre primeriza, entra en el último trimestre, es muy común que los miedos al parto comiencen a intensificarse. Sin embargo, es importante recordar que después de ese momento, conocerás a la persona más importante de tu vida: tu bebé. Para ayudarte a enfrentar esos temores y disfrutar este proceso, en MadresHoy.com vamos a derribar algunos de los mitos más comunes acerca del parto.
Miedos Comunes en el Parto
Existen ciertos miedos comunes que afectan a muchas embarazadas. Aunque es normal sentir cierta preocupación, es fundamental que conozcas la realidad detrás de estos temores para no dejar que te dominen. A continuación, abordaremos algunos de los miedos más frecuentes y cómo superarlos:
Miedo a las contracciones: «No darme cuenta de que empecé con contracciones de parto»
Este es un miedo común entre las primerizas. Muchas mujeres temen no reconocer las contracciones cuando comiencen. Sin embargo, debes saber que la sensación de las contracciones reales es diferente a cualquier otra que hayas experimentado antes. Cada mujer tiene una respuesta particular, pero en general, son muy intensas y regulares. Además, las contracciones de parto se distinguen porque no ceden con el descanso, a diferencia de las contracciones de Braxton Hicks, que suelen detenerse con el reposo.
Lo importante es no desesperarse ni perder la calma. Recuerda que el parto es un proceso fisiológico natural y que contarás con el apoyo de profesionales a tu alrededor para acompañarte en todo momento.

Miedo a que mi bebé nazca con el cordón umbilical enroscado
Otro de los grandes temores es que el bebé nazca con el cordón umbilical enroscado alrededor de su cuello, lo cual puede generar mucha ansiedad. Sin embargo, debemos aclarar que esto, conocido como circular de cordón, puede suceder y, en la mayoría de los casos, no causa complicaciones graves. Los profesionales de la salud monitorean constantemente al bebé durante el trabajo de parto, y si ven algún indicio de disminución en la oxigenación, intervienen de inmediato para garantizar su bienestar.
Miedo a quedarme sin fuerzas: «Pujar y agotarme»
El temor a no tener fuerzas suficientes para pujar es otro miedo comúnmente asociado con el trabajo de parto. Si bien es cierto que algunos trabajos de parto pueden ser largos, muchos métodos de analgesia permiten a las madres transitar este proceso de una manera mucho más cómoda. Además, el acto de pujar es espontáneo y no se puede frenar por voluntad propia, por lo que, llegado el momento, tu cuerpo sabrá exactamente cómo actuar.
Miedo al dolor: «No aguantar el dolor de las contracciones»
El miedo al dolor es, sin duda, uno de los principales temores de las mujeres embarazadas. Sin embargo, las técnicas de preparación al parto, como la psicoprofilaxis, pueden ayudarte a tolerar mejor el dolor y vivir el proceso con mayor serenidad. También tienes la posibilidad de optar por un parto natural sin anestesia o, si prefieres, puedes recurrir a procedimientos analgésicos como la peridural, lo que permite mitigar e incluso controlar el dolor en gran medida.
Miedo a la anestesia: «Que me duela mucho cuando me apliquen la peridural»
La anestesia peridural es un método muy común para aliviar el dolor en el parto, pero también genera miedo debido a la creencia de que la colocación de la aguja pueda ser dolorosa. Es importante saber que la peridural se aplica con anestesia local previa, lo que significa que apenas sentirás dolor durante el procedimiento.
Miedo a la cesárea: «Que me quede una cicatriz muy grande»
Si bien la mayoría de mujeres prefieren un parto vaginal, algunas deben someterse a una cesárea. Sobre este procedimiento, es frecuente que surja el temor a que quede una gran cicatriz. Debes saber que las cicatrices de cesárea suelen ser pequeñas y poco visibles cuando la operación transcurre con normalidad. La cicatriz transversal, que es la más común, se sitúa por debajo de la línea del bikini y, con los cuidados adecuados, se vuelve casi imperceptible con el tiempo.

Miedo a que el trabajo de parto sea muy largo
Es común escuchar historias de trabajos de parto largos que pueden asustar a las futuras mamás. Lo cierto es que cada cuerpo es diferente y no se puede predecir con exactitud cuánto tiempo durará el trabajo de parto. Incluso si se prolonga, debes confiar en que se trata de un proceso natural y que el equipo médico estará pendiente de tu bienestar y el de tu bebé. No debes temer a un parto prolongado; en cambio, los procedimientos que buscan acelerar el proceso sin necesidad pueden aumentar las probabilidades de complicaciones, como una cesárea.
Miedo a romper bolsa antes de tiempo
Si bien preocupa que la bolsa se rompa antes del trabajo de parto, esto es más frecuente de lo que parece. Si te sucede, lo importante es acudir al hospital lo antes posible para poder monitorear el progreso del trabajo de parto y recibir la atención necesaria.
Miedo a la episiotomía
La episiotomía es una incisión que se realiza en el perineo para facilitar la salida del bebé en algunos casos. Aunque muchas mujeres temen esta intervención, es importante saber que solo se practica cuando es necesaria y que la técnica está muy avanzada, lo que minimiza el dolor y el tiempo de recuperación.
Miedo a desmayarse por el dolor
El miedo a desmayarse durante el parto es bastante común, pero realmente es algo muy poco frecuente. Durante el proceso de parto, estarás monitoreada por tu médico en todo momento, lo que garantiza que cualquier complicación se aborde de inmediato. Los desmayos durante el parto son extremadamente raros y, por lo general, ocurren solo si hay alguna patología de base que afecte a la madre.
Cómo enfrentar los miedos cuando se acerca el parto
Si bien hemos repasado los miedos más comunes que aparecen al acercarse el parto, existen varios métodos para superarlos. Aquí te dejamos algunos consejos que te ayudarán a afrontar este momento con mayor confianza:
- Educación prenatal: Las clases de preparación para el parto son excelentes para informarte sobre el proceso, aprender sobre las fases del parto y familiarizarte con las técnicas de relajación y respiración.
- Visualización positiva: Imagina un parto tranquilo, en el que todo ocurre conforme a lo previsto. La visualización te permitirá programar tu mente para sentirte más calmada y segura.
- Elaborar un plan de parto: Tener un plan de parto te permite expresar tus preferencias en cuanto a la atención que deseas recibir y te ayuda a sentirte más en control.
- Habla con un profesional: Si sientes que los miedos te abruman, busca apoyo de tu matrona o psicólogo. Ellos podrán acompañarte emocionalmente y ofrecerte estrategias adicionales para lidiar con el estrés.
El miedo al parto es totalmente normal, pero con la preparación adecuada y el apoyo necesario, puedes transformar este proceso en una experiencia más positiva y empoderadora. No estás sola; confía en tu cuerpo y en el equipo médico que te acompañará en el momento más especial de tu vida.