Hay niños que poseen una inteligencia o habilidades más alta que la media. Muchos de esos niños pasan desapercibidos tanto para padres como para maestros. Si tienes dudas de que tu hijo sea superdotado o no, no te pierdas estas señales de que tu hijo es superdotado.
Niños superdotados
Todos los padres piensan que sus hijos son los más inteligentes, pero la Organización Mundial de la Salud apunta a que solo el 2% de la población es superdotada. Tienen un coeficiente intelectual igual o superior a 130. Pero ser superdotado es algo más que ser inteligente.
Las señales que pueden emitir los niños con altas capacidades no suelen ser las que podríamos esperar. Se suele tener la imagen equivocada de que los niños superdotados llevan gafas, son los primeros de la clase y siempre sacan buenas notas. Pero no siempre es así. La familia es donde se suele detectar antes que el niño o niña es diferente a los demás.
A pesar de las diferencias según cada niño, suele haber unas señales que te pueden ayudar a detectar si tu hijo es superdotado.
10 Señales de que tu hijo es superdotado
Cada niño es único, así que no todos se relacionarán de la misma forma con su inteligencia, pero hay unas señales que nos pueden ayudar a detectar a un niño con alta capacidad.
- Tienen una capacidad de razonar muy superior a su edad.
- Aprenden a hablar muy pronto (sobre los 9 meses ya dicen palabras con sentido) y su vocabulario crece rápidamente.
- Tienen una forma de hablar y de expresarse no tienen nada que ver con niños de su edad.
- Comienzan a leer muy pronto, en torno a los 3 años de edad.
- Su razonamiento puede sorprender incluso a los adultos. Relaciona conceptos y desarrolla argumentos con facilidad que dejan sin habla.
- Aprenden con mucha facilidad, además su intensa curiosidad les hace querer saber más acerca del funcionamiento de las cosas y del mundo.
- Tienen una memoria increíble, tanto a largo como a corto plazo.
- Les encantan los juegos de tipo cognitivo como sudokus, puzles…
- Se aburren en clase. Al no tener los estímulos necesarios, se aburren en clase y pierden el interés. Por eso el fracaso escolar va de la mano de los niños superdotados.
- Son sumamente perfeccionistas. Si hacen algo lo harán lo mejor posible, no les vale con hacerlo si más.
- Son niños sumamente sensibles.
- Son sumamente disciplinados sin necesidad de que se lo manden, autocríticos y competitivos.
- Tienen una gran capacidad de atención y concentración en aquello que les interesa.
- Suelen hacer preguntas difíciles y comprometedoras. Su curiosidad les lleva a ir más allá de lo que se ve, o de las explicaciones vanales.
- Cuestionan la autoridad si las normas no están bien argumentadas.
- Les interesa temas relacionados con la justicia, la moral, la muerte,… desde muy pequeños.
- Pueden asimilar situaciones complejas con facilidad.
- Suelen ser bastante movidos. Muchos niños superdotados son diagnósticados con TDAH.
- Tiene mucho interés en temas específicos.
- Les gusta más estás con niños más mayores o con adultos.
Como se sienten los niños superdotados
Los niños superdotados saben que son diferentes y se sienten diferentes a los demás. La mayoría se sienten rechazados por sus compañeros de clase y suelen aislarse. Suelen acabar siendo los “raritos” de la clase y ser objeto de bullying en clase. Esto les que provoca sufrimiento, dolor, falta de motivación, sentimiento de rechazo, incomprendidos…
Para no destacar puede empezar a bajar las notas para pasar desapercibido o la falta de motivación puede llevarle al fracaso escolar. Por eso es muy importante detectarlos y estimularlos correctamente.
¿Qué puedo hacer si creo que mi hijo es superdotado?
Lo más adecuado es detectarlo cuanto antes. Si hay señales que podrían indicar que es superdotado lo ideal es llevarlo a un psicólogo especialista para que lo confirme. Orientará a los padres y al niño, y habrá también que notificarlo a la escuela para la adaptación curricular según las necesidades del niño.
El niño necesita sentirse aceptado y querido, como cualquier niño.
Porque recuerda…ser superdotado es un don que no hay que esconder.