Ser solidarios es uno de los principales valores que debes enseñarles a tus hijos, una de las capacidades más humanas e importantes para crecer como adultos empáticos y solidarios con el resto de seres vivos. El Día Internacional de la Solidaridad, que se celebra hoy día 31 de agosto, se instauró en el año 1980 con el propósito de crear consciencia social.
Promover la solidaridad y la ayuda mutua con el objetivo de lograr una sociedad más justa, pacífica y próspera para todo el mundo. Por ello, es muy importante que los niños aprendan a ser solidarios desde pequeños. Es fundamental que crezcan siendo conscientes de las necesidades de los demás, de sus propios amigos, de las personas que conforman su círculo social primero, para poder luchar por un mundo mejor después.
Actos solidarios para hacer en familia
No hay nada como dar ejemplo para que los niños aprendan cualquier lección. Los padres, las madres y todas las personas que influyen directamente en la educación y crianza de los niños, son quienes tienen que inculcar esos valores en los más pequeños. Por ello, para celebrar este día con tus hijos y enseñarles en qué consiste ser solidario, te proponemos algunos actos solidarios para hacer juntos en familia.
Donar las cosas que ya no se usan
Nuestros niños tienen la gran suerte de tener todas las cosas que necesitan, incluso, muchas más de las que realmente son esenciales. En esta sociedad se tiende a la acumulación, porque de alguna manera durante décadas se nos ha enseñado que cuanto más, mejor. De forma que, los niños guardan juguetes, muñecos y artículos de entretenimiento que ya no usan, porque cada poco tiempo reciben nuevos juguetes.
Pero no solo eso, los mayores también tendemos a acumular cosas por el mero hecho de tenerlas. Cosas que no se necesitan, que no nos hacen felices y que podrían ser muy útiles para otras personas con menos suerte. Uno de los principales actos solidarios, es el de practicar el desprendimiento. Es decir, cada cierto tiempo es necesario hacer una limpieza en casa para hacer hueco a esas cosas nuevas que pronto vendrán.
Anima a los niños a desprenderse de esos juguetes que ya no usan, para donarlos después a otros niños que podrán ser muy felices con ellos. De igual manera, cada vez que hagas limpieza de armarios o cambio de temporada, prepara todo lo que ya no sirva para donarlo. Los niños aprenderán a ser solidarios de una forma muy sencilla y cogerán una costumbre que les acompañará para toda la vida.
Recogida de alimentos
Si una familia puede aportar algo de alimentos para ayudar a otras personas, imagínate lo que puede ayudar una comunidad entera. Los bancos de alimentos de todas las ciudades necesitan de la generosidad de todas las personas, busca los centros más cercanos a tu domicilio y organiza una recogida de alimentos en tu comunidad. Los niños de todo el barrio serán partícipes de este acto y serán conscientes de que la comida no está presente en todas las casas como lo están en las suyas.
Apadrinar a un niño
Se trata de un acto sencillo y al alcance de la mano para muchas familias. Apadrinar a un niño de un país en vías de desarrollo, supone mejorar sus necesidades básicas con una pequeña aportación económica. Con esa pequeña mensualidad, no solo ese niño podrá mejorar su vida, sino que su familia podrá verse beneficiada. Los niños podrán aprender mucho sobre la vida de otros niños en otras partes del mundo, conocerán a ese nuevo amigo a través de fotografías y cartas que podrán recibir.
Es decir, un gran acto de solidaridad para hacer en familia y enseñarles a los niños que el mundo puede llegar a ser un lugar mejor para todos. Siempre que todas las personas sean más solidarias, siendo capaces de pensar en las necesidades de los demás en lugar de pensar solo en uno mismo. Siendo empáticos, generosos y solidarios, tus hijos crecerán con grandes valores que aportar al mundo.