3 experimentos caseros para hacer con niños

Niña haciendo experimentos

Los niños son curiosos por naturaleza, todos tienen la capacidad de asombrarse y sentir curiosidad por todo aquello que les resulte desconocido. Una de las mejores formas existentes para desarrollar esa curiosidad y convertirla en un factor positivo, es a través de la ciencia. Por desgracia, cada vez menos niños se interesan por la ciencia, y esto tiene mucho que ver con la forma de enseñar esta materia en el colegio.

Introducir a los niños en el maravilloso mundo de la ciencia, puede ser una tarea muy divertida para los padres. Existen infinidad de experimentos caseros que se pueden hacer, en función de la edad de los niños, que te ayudarán a crear en tus hijos la necesidad de saber más. Y es muy importante que los niños se adentren en el universo científico, donde podrán aprender grandes lecciones.

Experimentos caseros

El verano está dando sus últimos coletazos, dentro de muy poco dejará paso al nuevo curso escolar, por lo que todos en casa se deben ir haciendo a la idea. Y que mejor manera de terminar este verano, que disfrutando de unos sencillos experimentos científicos en familia. Con estos experimentos estarás uniendo las manualidades con la ciencia, de forma que los niños estarán aprendiendo a la vez que se divierten.

Una gran idea para que sin apenas darse cuenta, vayan asimilando conceptos que en poco tiempo deberán trabajar más a fondo. A continuación encontrarás unas ideas de experimentos caseros muy fáciles, que puedes hacer con tus hijos.

La pimienta que huye

Pimienta que huye

Este es un experimento muy sencillo, no necesitas apenas materiales y no supone ningún riesgo para los niños. Ideal para los más pequeños. Sólo necesitas:

  • un plato hondo
  • pimienta molida
  • jabón líquido
  • agua

El experimento

Primero tienes que cubrir el fondo del plato con agua, lo suficiente para que quede cubierto. Después, espolvorea un poco de pimienta molida por toda la superficie. Llega el momento de hacer que la pimienta huya, para hacerlo, solo tienes que ponerte en la yema del dedo una gota de jabón líquido. Introduce el dedo en el centro del agua, verás como rápidamente la pimienta se aparta del centro y se concentra por completo en los bordes del plato.

Un tornado en una botella

Tornado en una botella

Para este experimento necesitas dos botellas de plástico grandes, como de refresco de 2 litros. Quita los tapones y pégalos encarando las dos partes superiores, utiliza un pegamento indicado para plásticos. Después con la ayuda de un taladro, tendrás que hacer un agujero en el centro de los dos tapones. Para que tengas una referencia en cuanto al diámetro, puedes utilizar una pajita de plástico para beber.


Llena una de las botellas con agua y añade colorante alimentario, también puedes poner purpurina, esto ayudará a que las corrientes se observen con más facilidad. Coloca el tapón en la botella que contiene el agua, cierra bien y después coloca la botella vacía en el otro extremo del tapón.

El experimento

Gira las botellas dejando en la parte de arriba la que contiene el agua, mientras el agua va cayendo en la botella vacía. Ahora, mueve hasta que el agua de la botella comience a girar. Cuando el agua vaya pasando a la botella vacía, el aire que entrará a través de esta, hará que el agua pase haciendo el efecto de un tornado.

Un pulmón artificial

Pulmón en una botella

Un experimento ideal para que los niños comprendan el funcionamiento de los pulmones, los materiales que necesitas son:

  • Una botella de plástico de 2 litros vacía y limpia
  • Una bolsa de basura
  • Una goma elástica con buen grosor
  • Un globo grande
  • Una pajita de plástico
  • Cinta adhesiva
  • Un poco de plastelina
  • Unas tijeras

El experimento

Corta la botella por la mitad, la parte que necesitas es la superior. Ahora, corta un cuadrado de la bolsa de basura, que cubra bien el diámetro de la botella y aún sobren unos centímetros. Coloca sobre la base de la botella y asegura la bolsa con la goma elástica. Infla el globo para que la goma ceda un poco, pasa la pajita por la boquilla y deja que se desinfle.

Introduce el globo por la boquilla de la botella y para que no se mueva y quede bien sujeta, amasa una porción de plastelina y dale forma de bola. Pasa la plastelina por la pajita y la boquilla de la botella, de forma que no pueda entrar ni salir el aire.

Por último, corta un trozo de cinta adhesiva y dobla por la mitad. Tienes que pegar una de las mitades en el centro de la bolsa de plástico, en la parte inferior. El funcionamiento del experimento consiste en, coge la cinta adhesiva y tira con suavidad de ella, verás como el aire condensado pasa hacia el globo haciendo que se infle poco a poco. De la misma forma que el funcionamiento de estos órganos.


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