4 claves para educar a tus hijos en Inteligencia Emocional

claves para educar a tu hijo en inteligencia emocional

Desde que  Daniel Coleman popularizara en 1995 el concepto de Inteligencia Emocional, pocos tenían en cuenta la importancia de esta dimensión en nuestro comportamiento diario, y en la forma de relacionarnos. Aunque si bien es cierto, el término, como tal, no era nuevo. El psicólogo norteamericano Wayne Payne, lo introdujo ya por primera vez en 1985.

Era una década en que el concepto de inteligencia empezaba a cambiar, y autores como Howard Gardner con su libro «Inteligencias múltiples», nos traían una perspectiva que cambiaría muchos enfoques, y  nuevas formas de entender la educación. Fomentar e inculcar en nuestros niños la Inteligencia Emocional, les va ayudar en muchos aspectos, y en «Madres hoy» queremos darte las claves básicas.

La importancia de educar en emociones

claves para educar a tu hijo en Inteligencia emocional (2)

Empezaremos respondiendo una pregunta esencial que tal vez muchas de nuestras lectoras se estén haciendo ahora mismo: ¿Por qué es importante educar a mis hijos en Inteligencia emocional?

Reflexiona unos instantes sobre estos conceptos, y verás como de inmediato, conoces el por qué:

  • La educación de un niño no se limita a enseñarle a andar a hablar o a conocer qué río pasa por Budapest. Educar es también enseñar a vivir, y vivir es conocer de qué forma puedo ser feliz y cómo puedo ofrecer felicidad a los demás.
  • La gestión emocional es clave en el día a día del niño. Puedes enseñarle que la tristeza o la frustración, no se desahoga con rabia, que llorar desahoga tanto como saber comunicar, y que también es bueno saber «calzarse con los zapatos» de los demás para comprender qué sienten, para saber qué es la empatía.

A día de hoy, una enseñanza donde se priorice un buen conocimiento y gestión de las emociones, aún no está muy asentada en los planes de estudio de los colegios.

Si bien es cierto que algunas escuelas de educación infantil ya trabajan con distintos tipo de material sobre el tema, todavía no se valora bastante la necesidad de ofrecer unas buenas habilidades en Inteligencia Emocional (IE).

Un aspecto que sin lugar a dudas, sería muy interesante en la educación secundaria, ahí donde los adolescentes asientan su personalidad, y deben hacer frente a esos conflictos internos e interpersonales que marcarán parte de sus vidas.

Los pilares básicos sobre los que se asienta la Inteligencia Emocional son ocho, una serie de aspectos que lejos de ser estables, van creciendo y madurando a lo largo de nuestra vida. De ahí la importancia de inculcar cuanto antes estas dimensiones en la educación de los más pequeños:


  • Comprensión
  • Expresión emocional propia y de los demás
  • Habilidades sociales
  • Empatía
  • Asertividad
  • Autoestima
  • Autoconcepto
  • Autonomía

Veamos ahora 4 claves para educar en Inteligencia Emocional (IE).

1. Trabajar en las emociones básicas

EDUCAR A LOS NIÑOS EN INTELIGENCIA EMOCIONAL

Como ya sabes, las emociones básicas o primarias son: la alegría, el miedo, la rabia y la tristeza. ¿Cuando empezar entonces a que las sepan identificar, las entiendan o las sepan gestionar?

Como madres debemos tener claro que la educación de un niño, lo creas o no empieza desde el primer día. El simple hecho de ofrecerle unas rutinas, unas pautas de sueño y alimentación, así como toda una serie de gestos de amor y cariño, ya es educar.

Desde el primer momento en que coges a tu hijo en brazo y lo meces, ya estás educando en los valores más poderosos que existen: en amor y en seguridad.

A medida que crecen vas a ver en ellos claras «explosiones» en todas estas emociones básicas señaladas al inicio. Enséñale a identificar la rabia, el miedo, la alegríay a su vez, a reconocerlas en los demás.

No dudes nunca en preguntarles desde bien pequeños cómo se sienten, haz que diferencien ante todo «la rabia de la tristeza». Muchos niños pueden reaccionar con ira cuando tienen una carencia y se sienten tristes.

Haz que sepan diferenciarlo, que expliquen con sus propias palabras o mediante dibujos qué sienten.

2. Me pongo en los zapatos de los demás

Este ejercicio debe ser tan cotidiano como regular en el día a día del niño. No solo deben saber reconocer en ellos sus propias emociones, es vital que a su vez, sepan reconocerlas en los demás.

  • La empatía es el pilar básico de una convivencia saludable. Fomenta la comprensión, el respeto y la unión.
  • Identificar en los demás emociones que «uno mismo tiene», hace que se cree una unión y un respeto a quienes me rodean. Es importante que el niño lo comprenda cuanto antes.
  • Ahora bien ¿De qué modo podemos conseguirlo? Hazle preguntas, despierta su interés en las emociones ajenas: ¿Cómo has visto hoy a los abuelos? ¿Crees que estaban felices, que estaban cansados? ¿Cómo crees que se ha sentido ese amigo de tu clase al no invitarle a tu cumpleaños?

3. Aprendemos a querernos

Enseñar a un niño a valorarse y a quererse a sí mismo, es tan importante como el alimento que le ofrecemos o la ropa con el que lo vestimos. La autoestima es el engranaje del bienestar interior, y de la madurez como persona, ese que el día de mañana le ofrecerá aliento para enfrentarse al mundo.

  • La autoestima se fomenta en el niño ofreciéndole seguridad en cada momento. Dale confianza a través de frases positivas: «claro que lo vas a conseguir», «tú te mereces lo mejor», «puede que ahora te haya salido mal, pero si lo vuelves a intentar te va a salir muy bien».
  • La importancia de la autoestima se inicia cuando los niños tienen conciencia de sí mismos en relación a los demás. Es una de las bases de las que se nutre la Inteligencia Emocional
  • Lo notarán en especial en los primeros años de la escuela, así que es importante que antes de que empiecen a socializarse, tengan recursos para valerse por sí mismos, para ser independientes, sabiéndose siempre queridos y apoyados por nuestra parte.

4. Expreso lo que siento, y sé escucharte

claves para educar a los niños en IE

No dejes que tus niños lleguen a la adolescencia convirtiéndose en jóvenes herméticos que no saben expresar sus emociones, y que buscarán siempre la soledad de su habitación cerrada, a canalizar en voz alta su ira, a hablar de sus miedos, a saber expresar sus necesidades…

¿Cómo podemos conseguirlo? Ten muy en cuenta estos aspectos con los cuáles, la Inteligencia Emocional será siempre nuestro motor conductor:

  • Establece un diálogo constante, ameno y fluido con los niños desde que son pequeños.
  • No sanciones, no juzgues, no critiques o te burles de lo que tus hijos digan. En el momento perciban que sus palabras van a ser sancionadas y que sus emociones pueden ser motivo de crítica, dejarán de comunicarse contigo.
  • Escúchales y argumenta sin criticar, haz que cada palabra que salga de su boca sea importante para ti y que ellos lo entienda así.
  • A su vez, es esencial que sepan atender, mantener el contacto visual y respetar opiniones. La comunicación es un intercambio respetuoso de ideas, emociones y pensamientos, y ello, es un regalo que nunca debes dejar escapar en el día a día con tus hijos.

Fomenta una educación basada en emociones en tus niños desde el primer momento, y en cada instante de su vida. Con ello, darás al mundo adultos felices e independientes que sabrán hacer felices a otras personas.

Para conseguirlo, recuerda que también tú debes actuar mediante una adecuada Inteligencia emocional con la que ofrecer ejemplo a tus hijos.


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