Aunque parezca algo incomprensible, la lactancia materna es un mundo completamente desconocido para la mayoría de madres primerizas. Generalmente, se tiende a idealizar con una lactancia maravillosa, en la que la reciente mamá disfruta viendo como su criatura se alimenta de su pecho. Y aunque en algún momento la lactancia llega a ser así, la realidad es que durante los primeros días (e incluso semanas) puede resultar algo complicado.
A pesar de las complicaciones, la lactancia materna es un regalo para tu bebé, el mejor alimento que puede recibir y la mejor manera de protegerse y fortalecer su sistema inmunitario. Por ello, queremos animarte a ti y a todas las madres primerizas que se encuentren en el complicado inicio de la lactancia materna. Porque a pesar de los esfuerzos, el sacrificio o la frustración, merece realmente la pena.
Consejos de lactancia materna para primerizas
Toma buena nota de estos consejos de lactancia materna, tanto si eres madre primeriza, como si estás a punto de tener a tu bebé o incluso, si te encuentras en la búsqueda de tu embarazo. Porque lo más importante es el comienzo, aprender a colocar a tu bebé o encontrar la manera más cómoda de ofrecerle su alimento. Una vez que la lactancia esté completamente establecida, tú misma decidirás cuánto tiempo quieres que se prologue, además de otras cuestiones.
Busca la postura más cómoda
Encontrar la postura más apropiada para amamantar a tu bebé es esencial, esto facilitará que el pequeño pueda hacer un agarre correcto y realizar las tomas adecuadamente. Si el bebé no hace un buen agarre, lo más probables es que te haga daño en el pezón, te salgan grietas y sufras cuando está mamando. Además, el pequeño no podrá alimentarse bien y se frustrará, lo que dificultará que la lactancia se estabilice.
Procura estar cómoda en cada toma, utiliza cojines para la espalda y para mantener los brazos bien apoyados mientras sostienes a tu bebé. Durante los primeros días, es probable que te encuentres más cómoda tumbada. Prueba a colocarte sobre un costado y colocar a tu bebé frente a ti, para muchas mujeres es la postura perfecta durante los primeros días.
Ten siempre una botella de agua a mano
La lactancia materna produce mucha sed, puesto que está compuesta por un gran porcentaje de agua. Tendrás que tomar al menos entre 2 y 3 litros de agua al día, para satisfacer tus necesidades de líquido. Además de agua, procura tomar frutas ricas en agua como la sandía, el melón o la pera.
Pezoneras de silicona
Al principio, es muy normal que tu bebé te dañe los pezones mientras encuentra la mejor manera de mamar. Seguramente te saldrán grietas muy molestas, que puedes tratar con alguna crema específica o con tu propia leche materna. El problema es que si tienes grietas, cada vez que te coloques al bebé al pecho sufrirás un dolor intenso. Pero puedes solucionar este problema utilizando unas sencillas pezoneras de silicona. Las encontrarás en la farmacia y son muy sencillas de utilizar.
Al proteger el pezón, no notarás ninguna molestia y para el bebé será mucho más fácil obtener la leche. Este puede ser un recurso temporal, aunque no debes prolongarlo demasiado tiempo para que tu bebé no se acomode.
Busca una asesora de lactancia
Antes de abandonar la lactancia materna, busca una asesora que te ayude a resolver los problemas que vayan surgiendo. Muchas mujeres abandonan prematuramente o recurren al biberón por el temor de que su bebé pueda pasar hambre o tener problemas de crecimiento. Pero de nuevo, recuerda que tu leche es el mejor alimento que puede recibir tu bebé, además de protección y confort. Sin olvidar la especial relación que se establece entre madre e hijo durante la lactancia.
En muchos centros de salud se ofrece el servicio de asesoría en lactancia, y si no lo tienen, tu propia matrona podrá aconsejarte sobre el tema. Busca en Internet algún grupo de lactancia en tu zona, seguro que encontrarás una asesora que te ayude a establecer una lactancia materna exitosa y duradera.