La educación de los niños supone un reto para todos los padres, es uno de los puntos más importantes en cuanto a su madurez. Cualquier padre quiere lo mejor para sus hijos, independientemente de lo que cada uno entienda que es lo mejor. Normalmente lo que quieren los padres es que sus hijos estudien, que se formen para tener un buen trabajo y un buen futuro.
Pero muchas veces esto puede ser un trabajo complicado, puede que a tu hijo no le guste estudiar y tengas que preocuparte cada día por incentivarle para que lo haga. Quizá tengas un hijo súper estudioso, que pase demasiadas horas entre libros y te preocupe porque no es lo normal a su edad. Sea como sea, la crianza y la educación de los hijos es diferente en cada caso, como lo son la personalidad de cada niño.
Cuando hablamos de niños con altas capacidades, algo que antiguamente se conocía como niños superdotados, generalmente lleva a pensar en algo bueno. Que un niño sea superdotado tiene que ser fantástico, muy inteligente, responsable, atento a las clases, etc. Pero la realidad en muchos casos, es completamente diferente.
¿Qué son las altas capacidades y como se diagnostican?
Realmente no existe una definición exacta sobre el término altas capacidades, ya que dentro de estas, se pueden encontrar las altas capacidades intelectuales o las talentosas, por ejemplo. En esta ocasión, vamos a centrarnos en las primeras. Para muchos padres, incluso para muchos profesores, es muy complicado advertir que un niño puede tener altas capacidades intelectuales.
El comportamiento de estos niños nada tiene que ver con esa imagen idílica, de niños extremadamente inteligentes que siempre están atentos en clase. Tanto es así, que en muchas ocasiones se suele confundir con otros trastornos muy diferentes, como el Asperger.
Para que un niño o una persona adulta sea considerado como altas capacidades, debe determinarlo un especialista, a través de una serie de test que se realizan a la persona en concreto. Si crees que tu hijo puede encontrarse dentro de este grupo, habla con el responsable del centro de educación para que puedan realizarse las pruebas pertinentes. Si tu hijo ya ha sido diagnosticado como altas capacidades, no te pierdas estos consejos que te ayudarán en su educación.
Niños con altas capacidades intelectuales
Los niños con altas capacidades no dejan de ser niños, su educación debe estar basada en ese punto. Pero además, es importante que no descuides otras cuestiones, algunas de ellas son:
- No deja de ser un niño, por lo que debes valorar sus aptitudes acorde a su edad. Al igual que cualquier otro niño, necesitará que le ayudes a resolver ciertos problemas. El niño debe tener normas y obligaciones adecuadas a su edad. Como su padre o madre, debes implicarte en sus trabajos, tareas y en sus estudios e intereses.
- Estimula sus altas capacidades, pero en paralelo a sus estudios normales. Los especialistas recomiendan que sus estudios sigan el curso adecuado a su edad, ya que, aunque sean muy inteligentes y tengan altas capacidades, su desarrollo en otras áreas es el normal, acorde a su edad. Lo que puedes hacer en este caso, es estimular sus capacidades realizando otras actividades.
- Aprende a valorar el aprendizaje por encima de las notas. En lugar de centrarte solo en las notas, interactúa con tu hijo interesándote por las cosas que aprende cada día. Hazle ver que cada conocimiento es importante y que tu quieres aprender al igual que el.
- Ser diferente no es malo. Habla con tu hijo, esfuérzate por entender sus sentimientos y ponerte en su lugar. Seguramente se sienta diferente o discriminado por su inteligencia, algo que le puede llevar a un mal comportamiento por ser aceptado. Explícale que las diferencias hacen especiales a las personas, y que cada uno tiene su propia identidad única y exclusiva.
- No te frustres con las crisis de su desarrollo. Las personas con altas capacidades suelen tener dificultad para tomar decisiones, saber que pueden hacer cualquier cosa puede abrumarles.
Sobre todo, se consciente de lo abrumadora que esta circunstancia puede ser para tu hijo. Ser especial y diferente en la infancia, sobresalir por encima de todos, puede hacer que el niño se sienta incomprendido. Escucha las necesidades de tu hijo y no dudes en pedir ayuda siempre que lo necesites.