Que los hijos sean felices es una de las principales preocupaciones de cualquier padre o madre. Verlos crecer como niños alegres, sonrientes, ajenos al sufrimiento y los problemas de la vida, es algo que a todos preocupa de forma similar. Sin embargo, a menudo se olvida que los niños no son felices porque sí, que su felicidad depende en gran medida de la vida familiar.
Los niños son felices con muy poco, lo que de verdad necesitan es atención, juegos, sentirse queridos y disfrutar de su infancia. Pero también necesitan aprender valores y desarrollar ciertas aptitudes, porque a largo plazo esa es la clave de su felicidad. Si te preocupa hacer felices a tus hijos, no te pierdas estos consejos. Porque también se puede y se debe aprender a ser madre o padre.
Cómo hacer felices a los hijos
Describir el concepto de felicidad puede ser algo complicado, especialmente cuando uno mismo no se siente feliz en su día a día. Para los adultos, la felicidad es relativa, efímera y difícil de alcanzar, porque en la mayoría de los casos los problemas eclipsan los momentos felices. Esconder esa preocupación no es la clave, ya que los niños perciben que algo no está bien y se contagian de ello, aunque no sepan qué es.
Si tú no eres feliz, si no puedes disfrutar de los pequeños momentos y lo muestras ante tus hijos, lo más probable es que desarrollen un carácter similar al tuyo. La inocencia envidiable de los niños, eso que hace que se motiven con cualquier cosa, que lo más mínimo les cause asombro y felicidad, es lo que se debe conservar por encima de todo. Y no hay mejor manera de hacerlo que ayudándoles a crecer, aprendiendo a desenvolverse en la vida y por supuesto, aprendiendo a manejar situaciones adversas.
Estos consejos te ayudarán a hacer más felices a tus hijos
- Fomenta su autonomía: La felicidad es una emoción que se produce por diferentes motivos, también cuando se cumple un objetivo. Los niños autónomos son más felices, porque con cada nuevo reto que cumplen alcanzan esos picos de felicidad tan importantes. Enseña a tus hijos a cocinar, a vestirse, realizar diferentes tareas en casa o encárgales pequeños recados.
- Deja que expresen sus emociones: Si tiene ganas de llorar, de hablar descontroladamente, de reír o si siente enfado y frustración, deja que lo expresen de la forma que puedan. Quizá no sepan bien cómo hablar sobre sus sentimientos, así que enseñarles a expresar sus emociones también les permitirá ser más felices.
- Desarrolla la autoestima de tus hijos: El primer amor debe ser siempre el que se siente por uno mismo, esa es una lección fundamental en la educación de los hijos. Aceptarse, valorarse con todas sus virtudes y aprender a trabajar en sus defectos, es por encima de todo una labor fundamental en la crianza. La falta de autoestima es una importante causa de problemas emocionales que pueden agravarse en el tiempo.
- Pasa tiempo con tus hijos: El tiempo de calidad es fundamental en la relación paterno filial. Los niños necesitan tiempo y atención, sin otras distracciones. Juega con tus hijos sin estar pendiente de otras cosas, aunque solo sean unos minutos cada día.
- Amor, paciencia y empatía: Son valores que además de ofrecer se deben inculcar en los niños. La empatía les permite ponerse en la piel de los demás y ser más solidarios. La paciencia les ayuda a gestionar mejor situaciones complicadas que pueden surgir en el día a día. El amor es la base de la felicidad, tu amor y tu cariño es lo que más felices puede hacer a tus hijos, no escatimes en cariños.
Enseña a tus hijos a ser ellos mismos, a disfrutar de la vida tal y cómo a ellos les gusta, sin pensar en lo que puedan pensar los demás. Tener personalidad y saber que ser diferente es especial, también les ayuda a ser felices. Trabaja en ti misma, busca tu mejor versión y estarás criando los hijos más felices del mundo.