El niño necesita estabilidad y rutina en su vida diaria, y potenciar su memoria con actividades y juego.
La memoria no solo es importante para recordar el tema de estudio, lo es para la vida cotidiana. Según va creciendo el niño, su capacidad para asimilar y albergar información es mayor. El niño necesita sentirse cómodo para interesarse en lo que va a aprender y hacerlo de un modo positivo y de manera voluntaria. Descubramos una serie de actividades para potenciar la memoria del niño
La importancia de la memoria
Hay aspectos en la convivencia con el niño que fomentan su agilidad y organización mental. El niño necesita estabilidad y rutina, de lo contrario tendrá problemas de memoria. El niño debe participar en casa como uno más. Puede ayudar en las tareas del hogar, buscar lo que su madre o padre no encuentren o algún objeto que necesiten. Cuando el niño busca algo o se encarga de dárselo a sus padres debe conocer dónde se encuentra o hacer memoria.
Es bonito, y además muy útil para ejercitar la memoria, recordar sucesos vividos recientemente e incluso no tanto. Hablar sobre el día con los abuelos, recordar hechos puntuales y alentar para que sea el niño quien cuente algo u opine. Expresar anécdotas de viajes, excursiones, comidas familiares, hasta capítulos de películas o series de dibujos animados que haya visto el día anterior en la televisión.
Actividades para potenciar la memoria
Hay aspectos que interfieren en que el niño recuerde como es debido. Hoy en día interfieren el excesivo uso del ordenador, la consola y el móvil, la falta de interés o concentración en lo que se hace, la desmotivación, el cansancio y falta de sueño… Para ejercitar y potenciar la memoria del niño, sobre todo de 3 hasta 6-7 años, existen varias actividades que poner en marcha padres y profesores.
La repetición
Repetir al niño palabras, acciones o demandas. Acciones que se llevan a cabo, que se escuchan o se dicen en varias ocasiones terminan memorizándose. Por ello puede decirse al niño nombres de amigos de clase, los colores en inglés, los números, las tareas que le tocan de deberes de clase o de casa…, y que él por sí mismo lo interiorice y recuerde. Todo aquello que diariamente se repite o se hace de un modo parecido acaba conformándose como hábito.
Memorizar canciones
Juegos y actividades donde el niño se sienta tranquilo, relajado, motivado y seguro potenciarán habilidades de desarrollo mental y ejercitarán su memoria.
De un modo totalmente natural y relajado, durante días, el niño escuchará canciones tanto en el colegio como en su propia casa que le gusten y que irá recordando. El menor tenderá a repetirlas y «canturrearlas» a lo largo del día. La labor de los padres es ayudarle a recordar y memorizar, repitiéndolas y cantando con él. Animarle de un modo agradable y desenfadado le hará unirse y querer participar.
Contar cuentos
El niño nunca se cansa de que se le cuenten los mismos cuentos, es más, pide que así sea. Es frecuente que alguno le guste mucho y sea prácticamente el único del que se acuerde, más cuando aún tiene una corta edad. Los padres pueden contarle el cuento y pedirle que siga él o preguntarle qué pasaba en uno u otro momento. En ocasiones pueden decir algo incorrecto para ver si el niño está atento o recuerda correctamente el desarrollo de la historia.
Jugar a esconder objetos
En esta actividad se le enseña al niño una serie de objetos, cosas de casa, material escolar, juguetes…, y se le dice que los recuerde. A continuación se le pide al niño que cierre los ojos y se esconden en diferentes lugares. Pueden ser un total de 5 o 6 objetos. Cuántos más sean más complicado será y más esfuerzo le supondrá para recordar. Tras haber escondido los objetos el niño deberá recordar qué objetos eran, enunciarlos y buscarlos.
Elaborar una ficha con varios dibujos
Se dibuja, a modo de ficha, en un folio, diversos objetos, animales, prendas de vestir…, y se le pide al niño que mire los dibujos durante un par de minutos. A continuación se da la vuelta a la ficha. El niño deberá intentar recordar el máximo número posible de dibujos de la ficha y decirlos en voz alta. Cuántos más dibujos recuerde mayor capacidad de memorización y concentración tendrá. El niño debe estar relajado y desestresado para realizar este tipo de actividades de un modo correcto.
Juego de agrupación
Una de las posibilidades es agrupar por colores. Por ejemplo, se solicita al pequeño que ponga en una caja objetos que encuentre en casa de color rojo. O bien juntar todos los peluches que sean un perro. También se le puede pedir que busque y agrupe prendas de ropa con las que vestiría a una mujer. Otra variante divertida es agrupar las monedas de 1 céntimo, de 2, de 50 céntimos…, haciendo una torre.