Si eres una madre estresada es probable que sientas que haces malabares de forma frenética entre el trabajo, los niños, la familia, tus amigos, el tiempo para ti… si esto te ocurre es el momento de que hagas un parón y pienses qué debes hacer para sentirte mejor. Los niños pueden hacer que tus días sean más difíciles puesto que los también tienen unas necesidades y debes ayudarles en las tareas escolares.
Como madre deberás asegurarte de que tus hijos se levantan a tiempo, que almuerzan saludablemente, que no les falta nada en la mochila para la escuela, que se visten bien acorde a la temporada en la que te encuentres, que son capaces de conseguir lo que quieren, que llegan a tiempo a las clases extraescolares, etc. ¡Y esto solo es una pequeña parte de tu día a día! Para las madres cada minuto del día cuenta.
En medio de todo el estrés necesitas mantener la calma, vigilar el trabajo y al resto de tu familia. Recuerda que puedes conseguirlo siempre desde la calma y la paciencia. Solo necesitarás algunas técnicas sencillas y oportunas para que llegues a todo. Ten una agenda para tu trabajo que tenga dos apartados: el trabajo y lo personal.
Aunque escribir en la agenda parezca una tarea más, en realidad estarás creando un hábito que te ayudará a organizarte los días. Porque el secreto para llamar a tu calma es tener todos los días bien organizados y atados, y tener un pequeño margen para la flexibilidad siempre que sea necesario. Así podrás saber cada mañana qué tienes qué hacer y cuál es tu mejor organización con tus hijos.
Reglas para estar mejor si estás estresadas
1. 15 minutos para ti
Si tu hijo te coge tu teléfono móvil, deberás quitárselo. Es tuyo, es tu privacidad, no es un juguete. Si te gusta mirar por las redes sociales, reserva 15 minutos al día para hacerlo. O si no te apetece, también puedes no hacer absolutamente nada. Siéntate, acuéstate… permítete no hacer nada. Si es necesario, escóndete en el baño o tarda ‘un poco más’ en llegar a casa. Que tus hijos mientras estén bien atendidos, pero esos 15 minutos son tuyos y de nadie más.
2- Muévete
Encuentra el momento para moverte. No te digo que tengas que hacer deporte o mucho ejercicio, lo que sí te queremos decir es que tu cuerpo debe estar en movimiento diariamente. Puedes salir a caminar, subir por las escaleras en lugar de coger el ascensor, baila en el salón de tu casa, haz jardinería en tu casa, ir al gimnasio, sal a correr… Escoge la actividad que te permita moverte y que además te guste hacerla.
Puedes comenzar con alguna actividad que requiera poco tiempo y esfuerzo, y después ir aumentando la dificultad de esa actividad. Las hormonas te empezarán a indicar que te sientes mejor en movimiento y así, podrás estar más ejercitada y menos estresada cada día. Verás tus días de un color especial.
3- Que la ansiedad no pueda contigo
La ansiedad solo te hará sentir ahogo, que todo está mal y que tú tienes la culpa de todo. La ansiedad hará que de lo más pequeño hagas un mundo. Ten en cuenta tus emociones y estate atenta a esos posibles sentimientos de ansiedad o miedo.
Identifica qué es lo que te hace sentir mal y después, tómate un minuto para respirar profundamente y concéntrate en ti misma. Siéntete libre para sentir miedo pero también para buscar la solución a ese problema que te hace sentir mal. Solo tú puedes ver el vaso medio lleno en lugar de medio vacío.
4- Sé agradecida
Sé una persona agradecida con lo que tienes en tu vida. La gratitud te hará sentir mejor y para que te sientas bien con tu vida deberás practicarlo con asiduidad. Cada día, coge un papel y un boli y escribe en el papel durante 5 minutos todas las cosas que aprecias de ese día, será tu lista diaria de agradecimientos.
Esto puede ser: agradezco que mi coche funcione bien, agradezco el sol que entra por mi ventana, agradezco al cajero del super que fue tan amable conmigo, agradezco que mi pareja haya hecho la comida, que mis hijos me abracen cada mañana, que mi vecina me haya hecho una visita, etc. Si haces este ejercicio cada día, descubrirás cómo tu estado de ánimo mejora considerablemente.
5- Despeja tu mente
Muchas veces el estrés llega a la mente de muchas madres por culpa de las preocupaciones del futuro o de cosas no sanadas del pasado. Pero hacer un simple ejercicio puede ayudarte a sentirte mejor:
Elabora 3 listas de todas las cosas que te preocupan sin importar si son más o menos importantes: 1. Cosas por las que puedo hacer algo (prioridad), 2. Cosas de las que pueda hacer algo más tarde (no son prioridad), 3. Cosas de las que no puedo hacer nada (para olvidar).
Deberás verificar estas listas diariamente durante un mes e ir eliminando las cosas que ya hayas completado y agregar las cosas que crees que puedes solucionar, las que quizá otro día y las que debes olvidar porque no puedes hacer nada. Esto ayuda al subconsciente a enfocarse y clasificarse para que la mente no se vuelva loca y no puedas dormir o pensar con claridad. Así tu mente tendrá más organización ante las preocupaciones y no te dará ansiedad al pensarlas, porque ya has empezado a elaborar tu plan.
6- Descubre lo que realmente necesitas
Vivimos en un mundo donde deben tomarse tantas decisiones en cada momento de nuestro día que apenas sabemos lo que realmente necesitamos o queremos. Una pregunta que llega al fondo de esto es: ¿Qué me hace sentir mejor?
Si comes la comida que te hace sentir bien, ves las películas que te hacen sentir mejor, usas la ropa que te hace sentir más guapa, y así, te vuelves más fuerte y más feliz. Decide cuántas veces a la semana puedes pensar esta pregunta y da pequeños pasos para solo hacer lo mejor para ti. Teniendo en cuenta por supuesto, el bienestar de tus hijos en todo momento.