La piel de los niños es mucho más delicada y vulnerable que la de los adultos. Por eso los padres tenemos que estar atentos y proteger a los niños del sol. Esto es aplicable tanto a la playa como a actividades al aire libre (parque, patio del colegio, deporte al aire libre…). Veamos las 7 claves para que tus hijos se protejan del sol y del cáncer de piel.
El importante hábito de protegerse del sol
Protegerse del sol debe ser un hábito que debemos instaurar en los niños desde bien pequeños. Igual que les enseñamos a lavarse los dientes, un buen ritual de proteger y cuidar su piel del sol es muy importante para ellos. Si lo hacemos desde pequeños, ellos mismos se acostumbrarán a ello más fácilmente y ya sabrán lo que tienen que hacer frente a los peligros del sol.
Con estas sencillas claves que te daremos a continuación, estaremos más tranquilas sabiendo que la piel de nuestros hijos está debidamente a salvo de los rayos del sol. Además se acercan las vacaciones y el calor, y aunque hay que estar atentos todo el año, en esta época hay que estarlo más todavía. Veamos cuáles son las 7 claves para que tus hijos se protejan del sol y del cáncer de piel.
7 Claves para que tus hijos se protejan del sol y del cáncer de piel
- Los menores de 12 meses no deben exponerse al sol. Su piel es tan fina y delicada que no deben exponerse directamente a los rayos del sol. Recuerda siempre estar a la sombra y en el carrito llevar la sombrilla, ropa ligera, gafas de sol homologada y gorro. Del año hasta los 3 años puede darle el sol de forma limitada, siempre evitando las horas centrales y con la correcta protección.
- Qué factor usar. La piel de los niños debería protegerse con una protección de amplio espectro (es decir que protejan de los rayos UVB, UVA e IR) de al menos SPF 50. Hay en el mercado cremas específicas para ellos. Hay que echarla por todo el cuerpo unos 30 minutos antes de la exposición solar, sin olvidarnos de las orejas, nariz, cuello, manos y pies. Utiliza mejor las protecciones en crema, ya que es más fácil saber donde hemos echado la crema para que no se quede ninguna zona sin cubrir bien. Recuerda aplicarla de nuevo cada 2 horas, aunque sea una crema resistente al agua.
- Enseñarles a leer su sombra. No debemos exponernos al sol en las horas más peligrosas del día, que son de 12 a 16h de la tarde. Para los niños que no saben leer las horas, podemos enseñarles un juego divertido: a leer su propia sombra. Cuanto más larga sea su sombra menos peligro habrá para ellos.
- No olvides llevar su gorra, gafas de sol homologadas y camiseta. Si se resisten a usarlos, cuéntales como los superhéroes también los llevan para protegerse. La crema también es para protegerse como ellos, solo que tiene una corta duración y hay que ponérsela de nuevo cada 2 horas para que tenga poderes.
- Aplica con el ejemplo. Protégete del sol como es debido para que tus hijos aprendan de ti. No te servirá de nada enseñarles a cuidarse si tú no lo haces. Si lo ven en ti les será más fácil adaptarlo. Debemos concienciarlos de los riesgos del sol para que lo adquieran como un hábito y ellos mismos sepan lo que hay que hacer.
- Vigila la piel de tu hijo. Así podrás detener cuanto antes una posible señal dañina en su piel. Si ves que se pone rojo es una señal de alarma.
- Que estén bien hidratados. Asegúrate que esté siempre bien hidratado tu hijo mientras está al sol. Puedes incorporar además de agua, fruta como la sandía que tienen mucha agua.
Porque recuerda… el sol es peligroso para todos pero para los niños más todavía por su delicada piel. Debemos enseñarles estas claves para conseguirlo.