Preservar tu fertilidad y facilitar la llegada de un embarazo es posible. Aunque no existe una fórmula mágica, tomar medidas adecuadas tanto físicas como emocionales puede marcar la diferencia. Según los expertos, quedar embarazada puede llevar hasta un año incluso en parejas sin problemas de salud. Por ello, es crucial tomarse este proceso con calma. A continuación, te presentamos estrategias prácticas y consejos útiles que te ayudarán en este camino.
Relájate y enfréntate al estrés
Uno de los enemigos principales de la fertilidad es el estrés. Cuando nuestro cuerpo está sometido a altos niveles de ansiedad, la prolactina aumenta su producción, lo que puede retrasar la ovulación. Por este motivo, es importante incorporar técnicas de relajación como el mindfulness o la meditación. Incluso actividades sencillas como paseos al aire libre o escuchar música relajante pueden ser de gran ayuda.
El estrés también puede afectar a las parejas en general. Por ello, practicar actividades conjuntas que generen bienestar emocional puede ser muy beneficioso. Algunas parejas encuentran en el yoga para dos o masajes relajantes una forma de conectar y reducir tensiones.
Consulta sobre el uso de medicamentos
Es importante tener especial cuidado con la medicación durante este período. Si estás bajo tratamiento farmacológico, debes consultar con tu médico para evaluar si estos medicamentos pueden afectar tu fertilidad o representar algún riesgo durante un eventual embarazo.
Por ejemplo, ciertos tratamientos crónicos o medicamentos, como algunos antidepresivos o anticonvulsivos, podrían reducir las probabilidades de concepción o interferir durante los primeros meses del embarazo. El consejo médico personalizado es clave para realizar ajustes, si es necesario.
Controla tu peso y aliméntate adecuadamente
El peso es un factor determinante en la fertilidad. Tanto el sobrepeso como el bajo peso pueden afectar tu capacidad para concebir. Las mujeres con obesidad tienden a experimentar desequilibrios hormonales que dificultan la ovulación. Por el contrario, las mujeres con bajo peso pueden tener problemas de implantación del embrión.
Adopta una alimentación balanceada rica en frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables. Incluir alimentos ricos en ácido fólico es esencial para preparar tu cuerpo para el embarazo. Puedes encontrar más información sobre opciones saludables en nuestras guías específicas:
No retrases demasiado la maternidad
A medida que envejecemos, la reserva ovárica disminuye en cantidad y calidad. Este proceso se acelera especialmente a partir de los 35 años. Las mujeres mayores de esta edad pueden experimentar un descenso anual en las probabilidades de concebir de hasta un 5 %.
Si bien la maternidad tardía es cada vez más común gracias a los avances médicos, debes considerar realizar un control temprano para evaluar tus niveles hormonales y tu reserva ovárica. Este chequeo puede ayudarte a planificar con más precisión si necesitas asistencia médica en el futuro.
Modera el consumo de cafeína
El café, aunque es una bebida placentera, puede afectar varios procesos metabólicos importantes en mujeres que desean quedarse embarazadas. Estudios han mostrado que un alto consumo de cafeína puede reducir las probabilidades de concebir al dificultar la absorción de calcio y otros nutrientes esenciales.
Lo ideal es limitar el consumo a menos de 200 mg de cafeína al día, lo que equivale aproximadamente a una taza pequeña de café. Si necesitas alternativas, puedes optar por infusiones sin cafeína o agua de frutas naturales.
Elimina el tabaco de tu vida
El tabaco no solo afecta la fertilidad de manera directa, sino que también influye en la calidad de los óvulos y en las tasas de implantación del embrión. Las mujeres fumadoras tienen más dificultades para concebir y corren mayores riesgos de complicaciones durante el embarazo.
Por otro lado, en los hombres, el fumar disminuye la calidad del esperma, afectando su movilidad y estructura. Este es uno de los pasos más importantes que ambos miembros de la pareja pueden tomar para mejorar sus probabilidades de concebir.
Ponte en movimiento: la importancia del ejercicio
La actividad física regular es un gran aliado para mantener el sistema reproductivo saludable. Sin embargo, es importante encontrar un equilibrio. Ejercicios como caminar, nadar o practicar yoga ayudan a reducir el estrés y mejorar la circulación en la zona pélvica.
Evita entrenamientos de alta intensidad o con gran impacto, ya que pueden alterar el ciclo menstrual o incluso inhibir la ovulación.
El cuidado masculino también es esencial
No solo las mujeres deben tomar medidas para aumentar la probabilidad de un embarazo. La salud del esperma se ve influida por múltiples factores como el estrés, la mala alimentación y el exceso de calor (por ejemplo, usar regularmente ropa ajustada o la exposición constante al calor de los ordenadores portátiles).
Los hombres también deben controlar su peso, dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol. Además, incluir alimentos ricos en zinc y antioxidantes en su dieta puede mejorar significativamente la calidad del esperma.
¿Y si el embarazo no llega?
Es importante saber que incluso las parejas saludables pueden tardar hasta un año en concebir. Sin embargo, si tras este periodo no habéis tenido éxito, es recomendable acudir a un especialista en fertilidad.
Un especialista puede realizar pruebas para evaluar tanto la salud reproductiva femenina como masculina. Actualmente, existen múltiples técnicas de reproducción asistida que pueden ofrecer soluciones adaptadas a las necesidades individuales de cada pareja.
La fertilidad es un tema complejo que involucra no solo el estado físico, sino también el bienestar emocional y mental. Adoptar un estilo de vida saludable, mantenerte informada y trabajar en pareja puede ser el camino hacia el sueño de formar una familia.