Existen 8 técnicas destructivas y que con cualquier disciplina que se quiera impartir con los hijos deberán obviarse, porque como sus nombre indica, son destructivas. No importa lo terrible que sea el comportamiento del niño, no se debe emplear ninguna de estas técnicas de disciplina destructiva, bajo ninguna circunstancias y bajo ningún concepto. Usarlas jamás estaría justificado.
Estas técnicas varían de simplemente ineficaces a muy terribles, pero lo que todos tienen en común es que estas técnicas son más destructivas que constructivas. No te las estamos comentando para darte nuevas ideas; están aquí para convencerte de una vez por todas de que las tienes que eliminar de tu kit de herramientas disciplinarias.
Las siguientes ocho «técnicas» (¿o torturas?) no están en el camino para educar a un niño con el que se quiere conseguir un buen comportamiento:
- La culpa
- La humillación
- El abuso físico
- La acción punitiva o las represalias
- Amenazas
- Mentiras
- No dar afecto
- Hablar de manera hiriente
Si algunas de estas técnicas las has empleado en la educación de tus hijos, recuerda que son técnicas destructivas y que solo les hará daño emocional. No son unas buenas manera de criar a los niños porque generarán estrés y ansiedad en ambas partes. Los niños necesitan crecer en una familia donde el amor y la confianza sean la base, donde el respeto sea fundamental y la comunicación se trabaje cada día.
Si crees que te cuesta llevar una buena maternidad o paternidad con tus hijos porque piensas que te faltan estrategias correctas para educarles, entonces no dudes en acudir a un profesional de la psicología para que te guíe en la crianza de tus hijos. Los niños no llegan al mundo con un manual de instrucciones, por lo que en ocasiones pedir un poco de ayuda extra no tiene que suponerte un problema. ¡Verás que todo irá mucho mejor después!