Los niños y las personas necesitamos 12 abrazos mínimo al día para ser felices y crecer, pero es que además (y mejor aún), estos abrazos tienen que durar un mínimo de 15 segundos. Aunque es cierto que es algo difícil de cumplir y que algunos niños se pueden sentir ansiosos cuando pasan 5 segundos… hay que hacerles entender que abrazar es bueno y nos hace feliz a todos.
La ciencia dice que el abrazo a tus hijos debe durar 15 segundos. Además, también sostiene que un abrazo de 20 segundos, junto con 10 minutos de cogerse de la mano, también reduce los efectos físicos nocivos del estrés, incluido su impacto sobre la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Esto tiene sentido ya que se sabe que abrazar reduce los niveles de hormonas del estrés como el cortisol. Pero la investigación sugiere que hay incluso más que eso.
La piel contiene una red de diminutos centros de presión en forma de huevo llamados corpúsculos de Pacini que pueden sentir el tacto y que están en contacto con el cerebro a través del nervio vago. El nervio vago se abre paso a través del cuerpo y está conectado a varios órganos, incluido el corazón. También está conectado a los receptores de oxitocina. Una teoría es que la estimulación del vago desencadena un aumento de la oxitocina, que a su vez conduce a la cascada de beneficios para la salud.
Un abrazo, una palmada o incluso un apretón de manos amistoso ayuda a que tu mente se sienta más feliz. Cuanto más se conecta con los demás, más feliz te sentirás. Si abrazas a tus hijos 12 veces al día (o 4 u 8) pero ese abrazo dura por lo menos 15 segundos… empezarás a notar la diferencia en tu estado de ánimo.