Hay padres y madres que piensan antes de serlo es todo idílico, y cuando descubren la realidad se dan cuenta de que es más complicado de lo que pensaban en un principio. Criar a los hijos no es fácil y cuando tienen entre 3 y 6 años aun puede ser más complicado. Quieren imponer su voluntad a toda costa y no siempre es sencillo reconducir las situaciones.
Incluso cuando das muchas advertencias y con frecuencia ofreces opciones, los niños pequeños no siempre estarán dispuestos a hacer exactamente lo que les pidas. Esto realmente puede poner a prueba la paciencia de los padres, especialmente si tu hijo siempre parece dispuesto a lo que sea por conseguir sus intereses.
Pero trata de no perder la calma en el momento. Ser crítico es probable que haga que los niños pequeños sean aún menos cooperativos. En lugar de alzar la voz cuando tu hijo se niega rotundamente a cooperar, intenta mantener un tono de voz amable y regular al tratar con él. Incluso podrías reconocer su capacidad para decidir cómo comportarse. Por ejemplo si se niega a recoger los juguetes dale una opción dejando claro que entiendes su postura; ‘Es verdad, no puedo obligarte a recoger los juguetes, aunque sabes que si no lo haces no tendrás postre después de la cena’.
Finalmente, en esos días frustrantes en los que tu niño es especialmente difícil contigo, asegúrate de planear una pequeña recompensa para ti (como un baño, ver una serie que te guste, etc). La verdad es que ser firme frente a la dureza del niño pequeño es un trabajo duro, y te mereces una recompensa real por los esfuerzos. Por que sí, ser padre o madre es complicado, y que de vez en cuando te des una recompensa como tener tiempo para leer tranquilamente mientras tu pareja baña a los niños… no tiene desperdicio.