El acné es una afección que afecta a muchas mujeres durante el embarazo y se debe a su alto nivel de hormonas que produce su cuerpo. Es uno de los pequeños problemas que nos pueden jugar una mala racha, pero podemos daros algunos consejos para paliar sus efectos.
Este trastorno de la piel suele aparecer principalmente en el rostro, pero hay zonas muy propensas a padecerlo como la espalda y el pecho. Si una mujer está sujeta a tener acné en su día a día, e incluso antes de sus reglas, puede llegar a vivir sus peores episodios durante el embarazo, aunque en otras ocasiones hay mujeres a las que le desaparece por completo.
¿Por qué sale el acné?
El acné está producido por el alto nivel de hormonas que se manifiestan durante el embarazo: progesterona, gonadotropina coriónica humana, estrógeno y lactógena. Un aumento de estrógenos hace que la piel estimule una alta producción de sebo. Este sebo que tiene forma de aceite será el causante de bloquear los poros y ocasionar el dichoso acné.
Hay que destacar que este brote suele manifestarse principalmente en los primeros tres meses de embarazo, ya que es el período dónde hay una mayor concentración y un mayor desajuste hormonal en el cuerpo. A medida que van pasando los meses los niveles de estrógenos se van regulando y el acné tiende a atenuarse, aunque no suele ser en todos los casos, hay mujeres que lo sufren durante todo su período de gestación. Principalmente suele desaparecer hasta después del parto.
Tipos de acné en espalda y pecho
- Puntos negros: son los que dan esa apariencia de puntos negros.
- Puntos blancos: da la apariencia de pequeños granos que sí que están, pero debajo de la piel
- Pústulas: son granos rojos y que tienen un poco de pus por encima.
- Pápulas: son granos de color rosado que al tocarlos duelen.
- Nódulos: son grandes, dolorosos y se encuentran debajo de la piel.
- Quistes: son grandes, dolorosos pero muy profundos. Están debajo de la piel y llenos de pus.
Cómo prevenir el acné en espalda y pecho durante el embarazo
En el peor de los casos es que una mujer se sienta psicológicamente mal al ver que el acné está sobrepasando su aspecto físico y no lo pueda controlar. En este caso lo mejor es acudir a un especialista para evaluar si se puede atajar el problema. Para un cuidado general podemos sobrellevar los siguientes consejos:
- Una alimentación sana y equilibrada. Si mantienes unos hábitos saludables aportando verduras, hortalizas y frutas ayudará a que puedas regular mucho más el exceso de aceite en la piel, a parte que te aportará nutrientes necesarios para un embarazo saludable.
- El ejercicio también favorece a mantener ese equilibrio. Ya se sabe que este tipo de ejercicio tiene que ser suave sin movimientos bruscos. El deporte ayudará a mantener un cuerpo activo y una mejor circulación de sangre en el cuerpo.
- Mantén la piel limpia. Hay que intentar mantener los poros limpios y la piel limpia de impurezas de células muertas. Para ello, es fundamental un jabón libre de grasas y de grandes perfumes. Los productor exfoliantes funcionan muy bien para la piel con tendencia acneica.
- Protégete la piel del sol usando un protector solar. Si vas a tener expuesta al sol la zona de la espalda y pecho es importante usar un protector solar que no contenga PABA y si puede ser especial para pieles sensibles.
- Evita el estrés e intenta liberarte de la ansiedad ya que estos factores empeoran el acné y la salud del bebé. Y sobre todo intentar no tocar los granos, hay que olvidar toquetear las espinillas ya que se termina creando más infecciones y produciendo más acné.
Siguiendo esta serie de consejos siempre se puede sobrellevar un control de este tipo de afección. Hay que tener paciencia porque cómo hemos comentado es algo estacional y que tan pronto como finalice el embarazo, podremos ver una recuperación de nuestra piel. Si el problema se agrava mucho más allá de lo normal incluso tomando nuestras propias medidas, siempre podemos acudir a un especialista.