La alimentación complementaria puede suponer un reto para muchos padres, pero no es mucho más fácil para el bebé. Acostumbrado al sabor de la leche y a la facilidad de tragar sin tener que hacer demasiado esfuerzo, de pronto tiene que probar cada día nuevos sabores y texturas, además del esfuerzo de tener que saborear y tragar. Los primeros meses son lentos, se comienza con alimentos de fácil digestión y sobre todo, con mucha paciencia.
En este enlace podrás encontrar información que te será muy útil para comenzar con la alimentación complementaria de tu bebé. Pasadas esas primeras semanas de pruebas, donde el pequeño apenas va probando cucharadas de los purés y papillas, llega una nueva etapa. Hacia los 9 meses, tu bebé estará más que adaptado a esta nueva costumbre de probar cosas nuevas y su apetito cada vez es mayor.
Nuevas habilidades y nuevas rutinas
Las nuevas habilidades del bebé suponen un avance importante en muchos sentidos, también en lo referido a su alimentación. Generalmente, a esta edad comienzan a gatear y moverse de forma cada vez más autónoma, lo que ayuda a que el pequeño tenga más apetito. También empezará a tener mayor control sobre su cuerpo y pronto podrá mantenerse sentado, lo que facilitará en mucho la tarea de la alimentación.
Todo esto, te permitirá regular la dieta de tu hijo de un modo más rutinario, algo fundamental para el pequeño. Las rutinas son esenciales en la vida de los pequeños, en este artículo descubrirás la importancia de estructurar el día de los niños. Por otra parte, tendrás que incrementar la proporción de energía para que el pequeño pueda llevar a cabo su nueva actividad física.
Los alimentos que se introducen a los 9 meses
En cuanto a los nuevos alimentos que puedes ofrecerle a tu bebé, hacia los 9 meses puedes comenzar con el pescado blanco, como la merluza, el lenguado o la pescadilla. Puedes hervirlo o hacerlo al vapor por separado, sin añadir nada de sal y una vez bien cocinado, triturarlo junto a las verduras elegidas. En el caso de que hayas elegido el baby led weaning (BLW), tendrás que asegurarte de que el pescado no tenga espinas y ofrecérselo al pequeño bien cocido.
También puedes añadir el huevo, las recomendaciones generales de los pediatras marcan las siguientes pautas. Se comienza con la yema del huevo cocida, pero no una yema entera en una sola comida. Incluye una cuarta parte de la yema cocida en un puré de verduras, dos o tres veces a la semana.
También puedes comenzar a introducir las legumbres, siempre bien cocidas y sin añadir sal. Prepara un puré con lentejas, puerro, patata y zanahoria, o con garbanzos, alubias o guisantes. El pequeño puede tomar legumbres 3 días a la semana.
A esta edad el pequeño ya debería tomar cereales con gluten, siempre que la introducción haya sido buena y no haya presentado intolerancias. Por lo que puedes darle trozos de pan para que la musculatura de la mandíbula se vaya fortaleciendo. Al pequeño le encantará y se acostumbrará a masticar los alimentos, que será el siguiente paso importante en este proceso.
También puedes ofrecerle otros alimentos que puede chupar y masticar, sin necesidad de triturarlos, como queso fresco sin sal, jamón cocido o galletas tipo maría. En cuanto al yogur, no es necesario ya que el pequeño toma leche pero si lo deseas, puedes darle no más de un yogur natural al día. Recuerda que la leche debe ser el alimento principal hasta los 12 meses.
Cómo debe organizarse el menú del bebé a los 9 meses
Ahora que ya toma más alimentos, puedes estructurar sus comidas de la siguiente manera:
- En el desayuno: Leche materna o un biberón de leche adaptada más cereales con gluten
- A hora de la comida: Un puré con verduras y una parte de proteína, ya sea carne blanca (pollo, conejo, pavo) o pescado blanco o la yema del huevo.
- La merienda: Una papilla de frutas frescas, si quieres puedes incluir una galleta. Nunca sustituyas el yogur por la fruta de la merienda, el bebé debe tomar fruta a diario.
- En la cena: El pequeño tomará leche
Si el bebé toma leche materna, seguirá haciendo sus tomas a demanda como hasta ahora. Es importante que el bebé tome alrededor de 500 ml de leche al día, por lo que si toma leche adaptada, tendrás que asegurarte de que se cubre esta necesidad diaria.