En los colegios fomentar tentempiés saludables en la mañana, la hora de la comida, la celebración de fiestas…, sirven para enseñar a los niños cómo hacer las cosas correctamente.
El tema de la dieta en los menores durante el comienzo de su etapa escolar tiene suma importancia y debe abordarse del modo que requiere. El compromiso entre padres y profesores necesita conectarse y enfocarse hacia la misma dirección. A continuación vas a descubrir de qué forma puede ayudarse al niño a que asimile una alimentación saludable.
Necesidad de comida más saludable en los colegios
Existen todavía a día de hoy colegios donde pueden verse máquinas expendedoras con bolsas de patatas fritas o bollería industrial. Si se piensa en la propia niñez muchos colegios daban amplia cabida a este tipo de productos. De un tiempo para aquí ha habido un sensato cambio en muchas de estas instituciones, pero todavía se necesita más. Algunos padres tras conocer esta impropia situación para sus hijos se posicionaron en contra. Además lucharon porque pudiesen optar a otro tipo de opciones. Sin duda son los progenitores quienes deben mostrarse como el primer ejemplo para sus hijos.
En varios colegios de nuestros colegios ha empezado a venderse fruta o bocadillos elaborados también a base de pan integral. Cada vez más la sociedad está más concienciada en dar lo mejor a los niños y no lo más rápido, fácil de preparar y barato. En el año 2011 se aprobó la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición. Esta ley promovía el mensaje de alimentación saludable y rechazaba la venta de “comida basura”. Muchos centros educativos se unieron a esta propuesta.
Medidas para fomentar una alimentación sana en los colegios
Desde la escuela el personal educativo debe aunar fuerzas, recursos y herramientas para formar al niño en esta importante materia vital. Desde el colegio se pueden ofertar charlas para saber qué dar de comer a los niños y qué es contraproducente en su dieta. Muchos niños con sobrepeso u obesidad infantil siguen igual al llegar a adultos. No solo en la alimentación radica el problema. La vida sana de un niño depende también de su actividad física diaria. El niño debe respirar aire puro, salir a la calle a jugar, correr y disfrutar en parques, campos…Algunas de las medidas a llevar a cabo por parte de los colegios pueden ser:
- Charlas de personal ligado al control de peso: Endocrinos y nutricionistas ayudarían a que padres e hijos descubriesen problemas y enfermedades vinculadas a una mala alimentación, como la diabetes u obesidad infantil. Otro punto de interés informativo sería explicar las ventajas a la hora de concentrarse en la materia de estudio, aclaración de dudas…
- Presentación de una primera regla que incentive a los niños y padres empezar el día con un completo desayuno. También seguir en la media mañana con un tentempié saludable como un bocadillo, cereales o fruta fresca. Los padres pueden preparar estos aperitivos en casa o pueden estar disponibles en los centros educativos, en la cafetería y comedor escolar.
- Cooperación del personal del comedor escolar y la distribuidora. Se ofertarán alimentos saludables siguiendo el ejemplo de la dieta mediterránea: frutas, hortalizas, pescado, carne…
Muchos niños llegan a adultos con sobrepeso u obesidad infantil. En la alimentación y práctica física diaria radica la solución.
- Elaboración de folletos informativos para padres y alumnos. Los participantes serán profesionales especializados en la materia de salud alimentaria o los propios alumnos. Aportarán ideas de comida saludable, preferencias del menú diario…
- Presentación de un niño como “delegado de la salud” en diferentes etapas educativas. Su tarea se basaría en controlar los menús del comedor y la cafetería. También expondría sus consideraciones en reuniones de profesores y con el director.
- Recaudación de fondos con la visita y apoyo de algún cocinero popular, para llevar más comida saludable al centro educativo, en el caso de que el problema sea económico.
Colaboración entre padres y profesores
Si no existe consenso entre padres y profesores la medida será en balde. Ambos deben velar por el bienestar del niño, primero en casa y después en el colegio. Un niño sano será un niño feliz, ágil, activo…, no solo físicamente también intelectual y emocionalmente. Los profesores deben apoyar esta iniciativa y actuar con el ejemplo. Además el niño debe poder opinar y exponer aquellos puntos discordantes y poco claros que le invadan.
En los colegios fomentar tentempiés saludables en la mañana, la hora de la comida, la celebración de jornadas… sirven enseñar cómo hacer las cosas correctamente. Los alumnos pueden y deben decidir respecto al tema de la alimentación saludable en su colegio. Ellos mismos pueden elaborar tablas de alimentación a seguir que compartirán con otros compañeros.
Esta idea no debe ser algo puntual, debe existir conciencia de la misma y en diferentes asignaturas hablar de ello. Todavía hay mucho que hacer en favor de una dieta saludable en los niños, sobre todo en los colegios. Educadores han de apostar e implicarse a fondo. El camino está allanado pero debe seguirse trabajando para formar niños responsables. Se logrará así que no tengan que luchar con problemas de salud futuros derivados de una deficiente alimentación.