Te contamos qué puedes hacer para aliviar el calor en bebés y niños muy pequeños

Bebé pequeño durmiendo.

Está haciendo mucha calor y es importante tener en cuenta que los bebés y niños pequeños no son capaces de regular su temperatura corporal de la forma que lo haces tú, y en consecuencia, su organismo eleva muy rápidamente la temperatura; la razón principal es que el volumen de agua de que disponen es bajo. El calor se puede aliviar, pero no puedes esperar que tu bebé lo exprese con palabras o gestos que indiquen muy explícitamente la causa de su malestar: normalmente llorarán o estarán inquietos / irascibles.

A continuación descubrirás algunas cosas que puedes hacer para que esté más cómodo, y sobre todo para no poner en peligro su bienestar y salud. En primer lugar piensa en tu hogar, porque como ya sabes, durante estos meses estivales, es mejor evitar las horas centrales del día para salir a pasear o hacer compras con los peques. Entonces, a no ser que tengas cerca una piscina, o un lugar exterior fresco (terraza particular, parque muy arbolado y con lago), pasaréis bastantes horas en casa. Así, se ventila pronto por la mañana, abriendo bien todas las ventanas, y durante 10 o 15 minutos, después se cierran, y se bajan las persianas, hasta por la tarde.

Un niño jugando con cochecitos en la terraza

La casa ventilada y procurar que estén bien hidratados.

Una temperatura ambiental de entre 20 y 22 grados, es adecuada para toda la familia, y se pueden utilizar ventiladores o aire acondicionado, si vives en una zona muy calurosa; pero revisa las precauciones a tomar con los aparatos de aire. Un aspecto que no descuidaremos será la hidratación: los lactantes obtienen el líquido que necesitan a través de la leche materna (o de fórmula). A un bebé amamantado “a demanda” (mama cuando lo pide, y durante el tiempo que desea) no le tienes que dar agua ni infusiones, tampoco en verano. Para asegurar una hidratación óptima, tanto el pecho como el biberón, serán ofrecidos más frecuentemente, y sobre todo la mamá estará pendiente de las señales (ruiditos, buscar el pecho con la cabeza, llevarse las manos a la boca…) que indican esta necesidad.

Un niño pequeño que ya no toma pecho, debe beber bastante agua en verano, y para asegurar una buena hidratación, se le ofrecerá agua con frecuencia, porque ellos suelen olvidarse de pedir, así que tanto en casa como en la calle (llevando botellitas en el bolso o cesta de la silla de paseo), dispondremos de agua suficiente. Se desaconseja que la beban muy fría, pero puedes enfriarla durante la noche en el frigorífico, y después sacarla, así cuando la tomen, no estará caliente, pero tampoco helada. Comer frutas y verduras frescas [en puré, cocidas, o crudas (evitando aquellas que son duras para que no se atraganten)].
Una madre levantando al bebé en brazos

¡Hora de salir a pasear!.

Cuando hace calor, es muy importante usar ropa de algodón u otros tejidos naturales, y piensa que por pequeño que sea el bebé no necesita estar más abrigado de lo que lo está un adulto, además siempre son mejores las prendas un poco holgadas. Pasea siempre a la sombra, y no expongas a bebés o niños de menos de 3 años a la luz directa del sol. Para los desplazamientos en coche, recuerda que el vehículo debe ser ventilado antes de ponerse en marcha, y que las paradas se realizarán siempre en lugares sombreados, aprovechando para ventilar de nuevo. Que no le de el chorro de aire acondicionado directamente al bebé, y ¡jamás le dejes solo dentro del coche cuando te detengas por el motivo que sea!

También se recomienda usar parasoles para las sillas de paseo, porque hay zonas del paseo que no están a la sombra.

A dormir fresquitos…

Tanto de noche como de día, se tendrá precaución con los mosquitos: mosquiteras en las ventanas de casa y otros remedios naturales usados como repelentes, pueden evitar las desagradables consecuencias de una picadura. Además, es una buena idea evitar lugares que estos insectos utilizan para anidar como balsas, charcos y otros lugares de agua estancada.

Si a ti te resulta difícil conciliar el sueño con temperaturas elevadas en el exterior, imagina lo incómodos que pueden estar los niños pequeños. Un baño con agua templada (no fría) antes de dormir, ropita escasa y ligera, y una estancia bien ventilada, serán de gran ayuda.

Esperamos que te hayan servido estos consejos, y que nos cuentes ¿qué haces tú para aliviar el calor en bebés y niños pequeños?


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