5 alternativas geniales a los cuadernillos de repaso en verano

¡Hola de nuevo, lectores! Sé que he estado un par de meses ausentes pero ya estoy otra vez aquí con más ganas que antes. El final del curso es casi inminente y pronto niños y adolescentes estarán de vacaciones. Pero algunos de ellos tendrán que hacer los ya famosos cuadernillos de repaso en verano. Una vez más, las editoriales vuelven a colaborar con los centros educativos para que recomienden sus cuadernos.

¡Cómo si esa fuera la única o mejor forma de repasar contenido! Bastantes padres dirán eso de… «haciendo estos cuadernillos de repaso no olvidarán lo que han estudiado en clase». Y les compran de la mayoría de las asignaturas: inglés, matemáticas, lengua… Quizás, no se les haya ocurrido otra manera para que sus hijos asimilen lo estudiado en los colegios o institutos.

Por eso, en el post de hoy os voy a hablar de cinco alternativas a los cuadernillos de repaso. ¡No os asustéis! Son increíblemente fáciles. Y además, de esta forma, pasaréis más tiempo con vuestros hijos fomentando su pensamiento crítico y creatividad. ¡Allá vamos!

Muchas conversaciones y debates en casa

Los padres que mantengan conversaciones y debates en casa con sus hijos estarán favoreciendo una comunicación fluida y fomentando el pensamiento crítico. ¿De qué podéis hablar? Pues de cualquier tema que se os ocurran o que hayan estudiado en el colegio. Podéis hacerles preguntas, animarle a que digan lo que piensan de manera natural, activa y no por obligación como hacen en los exámenes.

Así, estaréis haciendo que vuestros hijos sepan razonar y reflexionar las respuestas. En muchos centros educativos no hay espacio para el debate ni para las preguntas. Por eso, es muy importante que en casa tengáis muy en cuenta la capacidad de analizar y la expresión de vuestros hijos. Hablando con vosotros y haciéndose preguntas, aprenderán más que con los cuadernillos de repaso. ¡Ya veréis!

Juegos educativos en vez de cuadernillos de repaso

Hay bastantes páginas de juegos neuroeducativos en Internet que podrían ser una mejor opción que los cuadernillos de repaso. Hay muchos juegos para repasar las matemáticas y el lenguaje. Y también para favorecer la atención y la concentración. De esta manera, los niños estarían asimilando el contenido de forma activa y se estarían divirtiendo un montón. Aunque… ¿no debería ser así siempre?

Ya han pasado todo un curso sentados en una silla escuchando a maestros y profesores, haciendo deberes y estudiando para los exámenes. Para mí (y ojo, solo es mi opinión), no tiene ningún sentido tener de nuevo a niños y adolescentes haciendo ejercicios de la misma manera en verano. Y más sabiendo que hay otras alternativas, como los juegos neuroeducativos, que fomentan y trabajan exactamente lo mismo.

La educación emocional, esa gran olvidada

Hay padres que compran los cuadernillos de repaso a sus hijos y que no fomentan ni favorecen nada más. Es decir, siguen el pensamiento de «lo más importante es el expediente académico, las notas y las asignaturas». Y les da igual lo demás. Pero lo académico no es lo único relevante en el desarrollo de niños y adolescentes. Saber gestionar e identificar las emociones también es muy importante.

Es importante pero no todos los centros educativos lo tienen en cuenta. Por eso, y ahora que llega el verano, os aconsejo fomentar la expresión de emociones y sentimientos de vuestros hijos. Saber reconocer cuándo están tristes, enfadados, felices o decepcionados les ayudará mucho a comprenderse a sí mismos y también a los demás.

Jugar al aire libre y en la naturaleza

Jugando al aire libre se pueden asimilar y aprender muchas cosas. Los niños que vayan al campo podrán ver y tocar flores, árboles, plantas y animales. De una manera divertida, activa y auténtica estarán repasando contenidos de Ciencias Naturales sin que se den cuenta. Además, cuando volváis a casa (o por el camino) podéis preguntarles a vuestros hijos acerca de todo lo que han visto y lo que han hecho.


Es preciso recordar lo importante que es el juego al aire libre para el desarrollo de los niños. El juego al aire libre favorece el descubrimiento, nuevas experiencias,  diferentes investigaciones, la creatividad, la imaginación y la toma de decisiones. Todos estos conceptos también son claves para el desarrollo íntegro de niños y adolescentes. No os centréis únicamente en que vuestros hijos repasen contenidos de forma tradicional.

Museos, cine, bibliotecas y actividades turísticas

Los museos, el cine, las bibliotecas y el turismo son geniales para fomentar la cultura general. Quizás vuestros hijos se hayan aprendido la historia de memoria para aprobar un examen y no hayan tenido la oportunidad de ver un cuadro o una escultura. Puede que hayan leído muchos libros durante el curso, pero, ¿cuáles han sido por elección propia? Por eso, os recomiendo que vayáis a una biblioteca con ellos y dejéis que ellos escojan los libros que quieren leer.

Estoy casi segura que vuestros hijos no conocen en su totalidad la ciudad o el pueblo donde vivís. ¿Por qué no aprovecháis el verano y las vacaciones para salir a pasear por el casco antiguo? De esta forma, les podéis contar historias y leyendas del lugar. Estoy convencida de que les dejaréis sorprendidos, con ganas de saber más y haciendo un montón de preguntas. La cultura general también se puede aprender de forma activa y original y no siempre a través de cuadernillos de repaso.

No olvidéis que niños y adolescentes tienen que descansar y desconectar

Cada vez son más los niños y adolescentes los que acuden a consultas médicas y psicológicas por estrés, ansiedad y depresión. Todo eso viene provocado por un exceso de deberes, de exámenes y por una desmotivación grandiosa. Muchos de ellos, después de las horas en los centros educativos tienen actividades extraescolares (y no pocas). Si a eso le sumamos los ejercicios y las horas de estudio… no tienen mucho tiempo de hacer lo que les gusta ni de desconectar.

El verano es muy largo. Y hay tiempo para todo, es cierto. Pero lo que más tienen que hacer es descansar, pasárselo bien, cargar las pilas y vivir experiencias únicas e inolvidables. Hay padres que dicen «no, si los cuadernillos de repaso solo les quitan un par de horas al día». Sí, pero son dos horas en las que podían estar repasando lo mismo de otra manera más activa, divertida y auténtica para ellos. Creo que en vacaciones y en verano los niños y adolescentes pueden salirse un poco de la rutina de hacer ejercicios sentados, ¿no?


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  1.   Macarena dijo

    Hola Mel, a mis padres jamás se les ocurrió comprarnos cuadernillos para el verano, teníamos demasiadas aventuras que correr con los amigos y si sobraba algún rato entre excursiones, baños, meriendas… nos dedicábamos a los juegos de mesa, a leer o a explicarnos historias de terror.

    En la actualidad mis hijos tienen prohibidos los deberes de verano, aunque me temo que tampoco los querrían hacer por su cuenta 😉

    No sé, me parece un despropósito en un país con una carga de horas lectivas anuales superior a otros europeos, que nos empecinemos en los dichosos cuadernillos.

    Veo que puede estar bien tener uno por si acaso, o por si a la niña se le ocurre llenar una hoja, pero de ahí a tenerlos sentados en pleno julio o agosto…

    ¡Gracias por el post!