Los angiomas son manchas cutáneas, normalmente sin revestir gravedad, de color rosáceo o rojo. En el bebé pueden aparecer nada más nacer o algo después, y por norma general desaparecen con el tiempo. Seguidamente vamos a conocer algo más acerca de estas manchas.
El angioma
El angioma o tumor benigno suele presentarse de forma pequeña. Esa zona está formada por más capilares de lo habitual. La mancha, en ocasiones con relieve, puede tratarse siempre que sea requerido, aunque a modo clínico no suelen revestir gravedad. La mayoría llega a desaparecer por sí mismas. El tamaño y la ubicación dependen de cada bebé. En ocasiones resulta casi imperceptible, situándose en un dedo, o algo más grande en el rostro, cuello o pierna. Algunas veces crece un poco, pero si se mantiene prácticamente igual no hay que preocuparse.
El angioma plano no es signo de alarma y puede encontrarse en la nariz o la nuca. Normalmente ya están ahí al nacer y pasados unos meses desaparecen. El de la nuca suele persistir toda la vida. Los angiomas cavernosos son más profundos, como un bulto, y pueden aumentar de tamaño. Llegada su regresión probablemente ocasionarán un daño a nivel estético. En casos complejos puede ser necesario el láser o la cirugía, pero ya en una edad más adulta.
El bebé: en qué caso es necesario intervenir
No puede hacerse nada para prevenir el angioma, pero como padres es importante controlarlo y ante cualquier duda o cambio razonable, hablar con el pediatra del bebé. Una buena recomendación es utilizar un alto factor de protección solar, no exponer al bebé directamente al sol, sobre todo en horas de mucho calor, y mantenerlo protegido e hidratado.
En caso de aumentar el angioma de tamaño, color o forma convienen consultar con un profesional médico. Cuando la zona es complicada por la localización, como en un párpado o la nariz…, hay que vigilar la mancha y hablar con el facultativo médico correspondiente porque podría ser necesario intervenir antes de que existiese alguna complicación futura. En el caso de llegar a producirse úlceras o sangrado todavía es mayor la urgencia y resultaría imprudente esperar.