Dice un proverbio africano que «Para criar un niño hace falta la tribu entera». Y es que, la llegada de un hijo supone la felicidad más absoluta, pero también una revolución tanto a nivel personal como familiar. La maternidad trae consigo muchas alegrías pero también infinidad de dudas e incertidumbres a las que, muchas madres se enfrentan en soledad.
Tradicionalmente, las niñas crecían viendo a otras mujeres parir, lactar y criar. Además, cuando una mujer se convertía en madre, era acompañada por otras mujeres de su entorno que la apoyaban física y emocionalmente. Pero el modo de vida actual, la escasez de tiempo y la movilidad laboral, han hecho que esas grandes comunidades, queden reducidas a familias mononucleares por lo que, las madres, nos encontramos sin el sostén y la transmisión de conocimientos de antaño.
Bajo este contexto, surgen los grupos de apoyo a la lactancia y a la crianza. Espacios en los que las madres o familias se reúnen y ponen en común sus dudas, emociones y expectativas sobre la maternidad.
¿Cómo funcionan los grupos de crianza?
Un grupo de crianza puede formarse por iniciativa de un grupo de madres y padres que tienen ciertas inquietudes que desean compartir con otras familias. También es frecuente que algunos profesionales como matronas, psicólogos, asesoras de lactancia o doulas, detecten la necesidad en su zona y decidan crear uno.
El grupo suele reunirse periódicamente. Normalmente hay una persona que coordina, pero las reuniones suelen ser encuentros distendidos. En ellos debe primar la empatía, la comprensión y el respeto entre los participantes. Lo que se suele hacer es hablar, plantear dudas, desahogarse, compartir experiencias y, sobre todo, escuchar. No suele haber un programa predefinido, sino que el grupo de ajusta a las necesidades de las personas que acuden a él. En algunos grupos, se suele proponer un tema a modo de hilo conductor que puede ser modificado sobre la marcha si alguna madre así lo requiere.
Por supuesto, en el grupo los niños son bienvenidos. Esto supone un gran alivio para las madres que acuden a la reunión sin tener que buscar con quien dejar a sus hijos. Esto es especialmente importante para las madres lactantes, ya que pueden disfrutar de la compañía de otros adultos y tener a su bebé cerca.
¿Qué beneficios aporta el apoyo de madre a madre?
- El grupo proporciona apoyo emocional. Te relacionas con otras mujeres en tu misma situación y te sientes menos sola.
- Te ayuda a sentir que no te vuelves loca o que estás fallando como madre. La maternidad puede resultar muy dura. Las dudas, la sensación de no estar haciéndolo bien y la culpa son las eternas compañeras de las madres. En esos días en los que sientes que no puedes más, el recibir ese abrazo o mensaje de aliento que necesitas, es vital.
- Dejas de ser un «bicho raro». Muchas de las decisiones que tomamos como madres, no son bien vistas nuestro entorno. Temas como la lactancia prolongada, el colecho o el porteo, pueden resultar para algunas personas «cosas de hippies». Tener un grupo de madres, en el que te sientas cómoda y libre de hablar de aquello que te interesa, sin que nadie se lleve las manos a la cabeza, te ayuda a reafirmarte en tus decisiones.
- Son un gran apoyo en momentos de crisis. Durante la crianza se pueden presentar algunos baches como crisis de lactancia, rabietas, cambios en el sueño, falta de apetito y un sin fin de cosas más. Compartir estos problemas y sentirte apoyada y escuchada, hace que sean más llevaderos.
- Las experiencias reales de otras madres, muchas veces similares a las tuyas, te hacen ver que que las reacciones de tu hijo o las tuyas propias, son normales.
- El sentirte escuchada sin que nadie te juzgue, aporta sensación de bienestar y aumenta la autoestima.
- Puedes encontrar amistades con las que organizar actividades, excursiones o salidas con tus peques.
- Tus hijos siempre serán bienvenidos, por lo que no tendrás que preocuparte de dejarlos con nadie. Si tienes un bebé puedes tenerlo junto a ti todo el tiempo. Los niños más mayores pueden jugar entre ellos.
Las ventajas de acudir a un grupo de mamás son innumerables. Ninguna madre debería criar en soledad y los grupos de crianza, vienen a suplir esa tribu que en otros tiempos teníamos. El apoyo madre a madre es algo que muchas necesitamos y agradecemos. Pero no solo nosotras, también nuestros hijos ya que nuestro bienestar repercute en el de ellos. Por eso, si eres mamá y, a veces, te sientes desbordada, no lo dudes y busca apoyo. Actualmente en casi todos los pueblos y ciudades hay algún grupo de crianza. También puedes encontrar apoyo virtual a través de foros, blogs o grupos de facebook o, si te apetece, lanzarte y ser tú la impulsora de un nuevo grupo en tu zona. Te aseguro que no te vas a arrepentir.
Y tú, ¿ ya has encontrado tu tribu?