Desgraciadamente, sí la hay. Son muchas las mujeres que por estar embarazadas las ‘invitan’ a dejar o no volver a sus puestos de trabajo porque ser madre supone un riesgo para la empresa… Un riesgo que no es real, obviamente porque una mujer que es madre sabe ser madre, mujer, trabajadora y cualquier cosa que se le ponga por delante. Pero esta sociedad parece que aún no ha aprendido esto.
Otro ejemplo de discriminación por ser mujer embarazada es el de Blanca Manchón, que además de madre es una deportista de élite, a quien no le afectó ni lo más mínimo la discriminación y dio una lección a todos. Al quedarse embarazada se quedó sin patrocinadores, pero a pesar de ello, fue capaz de ganar un mundial solo siete meses después de haber dado a luz a su bebé.
Blanca se tuvo que costear su viaje y participación, entrenando como solo ella sabe hacerlo. Dos días antes de dar a luz su patrocinador principal no le renovó y las marcas dejaron de apoyarle. Su cuerpo no es el mismo que antes de quedarse embarazada, como pasa a todas las embarazadas. Cuesta recuperarse, se necesita por lo menos un año para conseguirlo, y ella a los 7 meses de dar a luz, ya ganó el mundial.
Pero la discriminación en el deporte no solo afecta a mujeres embarazadas, también afecta directamente a la mujer por ser mujer. Y es que parece que aún queda mucho que trabajar en esta sociedad, que no se da cuenta que la mujer, solo por el hecho de serlo ya hay que venerarla. Porque somos capaces de hacer todo lo que nos propongamos, exactamente igual que el hombre. No es cuestión de ser mejor ni peor, es cuestión de lógica aplastante. Somos seres humanos y el ser humano, no tiene límites. No te pierdas el siguiente vídeo de discriminación a la mujer en el deporte… Hay que tomar conciencia para no permitir que ocurra más, ni en el deporte, ni en ningún otro ámbito.
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