Gran parte de las mujeres embarazadas consumen medicamentos que no requieren receta médica durante el embarazo, olvidándose de los efectos en la salud que la automedicación podría causarles tanto a ellas como al bebé. Por este motivo, seguimos insistiendo en la importancia de consultar al médico antes de tomar cualquier medicamento.
Durante el primer trimestre, ésta automedicación tiene un riesgo más elevado, pudiendo llegar a malformaciones e incluso poner en peligro la supervivencia del feto. En el segundo trimestre podría impedir el crecimiento de algunos tejidos u órganos y, en el tercer trimestre, podría provocar un mal funcionamiento de los órganos.
Consultar a tu médico te ayudará a tomar cualquier medicación sin preocupaciones debido a que él te informará sobre la más adecuada, teniendo en cuenta tu etapa del embarazo y las dosis necesarias para que puedas acabar con ese problema de salud sin poner en riesgo la de tu bebé, así como el tiempo que deberás tomar la medicación.
Los medicamentos se pueden dividir en diferentes categorías:
- Categoría A
Son aquellos que durante ciertos estudios no han presentado riesgos fetales en ninguna de las etapas del embarazo.
- Categoría B
En este grupo encontramos aquellos medicamentos que no han mostrado evidencia de riesgos fetales y que generalmente se acepta su toma durante el embarazo.
- Categoría C
Son medicamentos que solamente deben ser administrados cuando el beneficio que se obtendrá justifique adecuadamente el riesgo que supone para el feto.
- Categoría D
En esta categoría se encuentran aquellos medicamentos que se admnistran de forma muy controlada y solo en caso de que la vida de la paciente está en riesgo o la enfermedad que padece es grave y no tiene solución con otro fármaco más seguro.
- Categoría X
Son quellos que están totalmente prohibidos durante o incluso antes del embarazo debido a que su beneficio no alcanza al enorme riesgo que supone para el futuro bebé.