La balanitis es una infección que sufrirán a lo largo de su vida entre el 3 y 4% de los niños. Consiste en la inflamación de la parte final del pene a la que le acompañará mucho dolor, molestias al orinar y enrojecimiento del pene.
Las edades en la que puede aparecer esta infección suele ser muy dispar, se puede representar desde la edad inicial del bebé hasta la entrada de la pubertad, ya que puede ser de carácter muy inespecífico. Se le puede atribuir varios motivos a esta posible causa, pero la más principal puede ser a un uso mal condicionado de la higiene.
Causas de la balanitis en los niños
El motivo principal suele radicar en un sobreinfección de las secreciones que aparecen acumuladas debajo del prepucio, normalmente suele aparecer más en los casos donde existe fimosis. Al no poder retraer la piel, la higiene muchas veces no es la correcta y unas simples gotas de orina pueden originar esta infección.
En otros casos son sólo adherencias prepuciales las causantes de esta inflamación. Los niños diabéticos con alteraciones del sistema inmune suelen ser víctimas de padecer esta infección. Otras de las muchas manifestaciones suelen ser originadas por el uso inadecuado de jabones irritantes en la zona, incluso de baños de espuma o desinfectante que no eran aptos para el tipo de piel de los bebés o niños.
¿Cuándo se debe consultar al pediatra?
Siempre que se note dolor, enrojecimiento, hinchazón o secreción purulenta en la parte final del pene. Este tipo de consulta también es importante cuando a partir de los tres años de edad sigue siendo un problema la retracción del prepucio sobre el glande.
Cómo se trata la balanitis
Este tipo de problema responde a un tratamiento eficaz en un período de 3 a 5 días. Para ello hay que hacer una específica higiene adecuada:
- Hay que hacer una retracción prepucial suave del pene y nunca forzosa, y limpiar la zona principalmente con agua o una solución fisiológica, tendremos que asegurarnos de que eliminamos todas las secreciones purulentas.
- Hay que educar a los niños a que hagan su propio tratamiento higiénico a la hora de orinar. Si el niño es independiente de hacerlo porque ya se le retiró el pañal hay que enseñarle a que se retraiga él sólo la piel del glande cuando vaya a hacer pipí. No es necesario de que use papel para limpiarse porque podría hacer que se quedaran restos.
- Si la zona presenta enrojecimiento y no hay infección puede pedir que se aplique una pomada de cortisona, pero si existe infección el tratamiento procederá a ser una pomada antibacteriana y en alguno casos algún tipo de antibiótico oral. Si acompaña mucho dolor en inflamación se podría indicar la toma de incluso analgésicos.
¿Se puede prevenir?
La balanitis se puede prevenir principalmente como hemos indicado con una correcta limpieza de la zona y con jabones neutros, intentando retirar la piel y limpiando la zona interior. Aún con la práctica hay que reseñar que el principal problema de esta manifestación se suele dar en los casos donde existe la fimosis, ya que las adherencias prepuciales están detrás de estas infecciones al no poder retraer la piel con facilidad.
Aún así hay niños que tienen el prepucio tan cerrado por la propia fimosis que la única vía sería la posible intervención quirúrgica, siempre que estos episodios se repitieran con mucha frecuencia.
Otro de los consejos a la hora de querer prevenir este tipo de infección es que no se puede retraer la piel del pene a los bebés menores de 12 meses, pues esta práctica está totalmente desaconsejada ya que el prepucio y el glande están adheridos desde el nacimiento. Hay que intentarlo a partir del año de vida y sólo en el 50% de los niños. Es partir de los 3 y 4 años cuando esta práctica se puede hacer casi sin dificultad. No obstante el problema de fimosis se puede resolver de manera espontánea según el niño va creciendo.