La gestión de los armarios requiere de enormes dosis de paciencia. No nos referimos a colocar la ropa de los adultos, sino de los más pequeños de la casa, de los niños. Los quebraderos de cabeza son una constante y se afrontan situaciones de verdaderos dilemas a la hora de ubicar aquellas prendas que son las preferidas por los niños y aquellas otras que deben usarse según sea la estación del año. ¿Y qué solución podemos encontrar? ¿Has oído hablar de los armarios cápsula? ¡Veamos en qué consisten!
¿Qué es un armario cápsula?
Salvo aquellas personas que estén muy familiarizadas con los términos de la moda, o estén interesados o trabajen en este sector, a buen seguro que se desconoce el significado de un armario cápsula para una mejor gestión de la ropa de niña. Nada más lejos de la realidad, este concepto no se ajusta a modas contemporáneas, sino que ya comenzó a darse a conocer en la década de los años cuarenta del siglo pasado.
Básicamente consiste en realizar una selección de aquellas prendas que son imprescindibles en el día a día y que, además, son combinables entre sí. Lo que viene a ser los básicos de ropa de niño. Este tipo de filosofía cuenta con dos ilustres impulsoras: la diseñadora inglesa Susie Faux y la estadounidense Donna Karan. Ambas popularizaron el armario cápsula. El objetivo es contar con el mayor número de prendas al alcance de su uso de una manera muy directa.
Usar prendas según la estación del año
El almacenaje de ropa para niños no es una tarea sencilla y aplicar este tipo de orden puede considerarse una ayuda de gran valor. Y bien sea aplicando este tipo de orden u otro se debe considerar realizar una planificación porque la ropa de los más pequeños suele cambiarse cada poco tiempo al crecer éstos. El estilo, obviamente, ya depende de los gustos de los padres, aunque siempre hay una serie de tendencias que surgen cada temporada, coincidiendo con los cambios de estación, un momento bastante propicio para reorganizar ese armario de la habitación de los niños.
Consejos para un buen armario cápsula
Entonces, ¿cómo conseguimos crear un armario cápsula perfecto? No hay que realizar muchos planes, sino sencillamente hacerse con una serie de imprescindibles: pantalones, camisetas, vestidos, etcétera. E intentar que estas prendas que se adquieren puedan ser combinadas entre ellas. La versatilidad es uno de los puntos fuertes de un armario cápsula. El estilo debe ser variado: desde el deportivo al informal y sin olvidarse del clásico. Y abarcando todos los colores vistosos con los que vestir a un niño.
Todas las prendas de ropa se deben reducir a un máximo de 30, aunque algunas teorías admiten hasta las 40. No sabemos si les parecerán muchas o pocas, pero deben considerar que el armario cápsula, en sus principios, sólo admitía siete prendas. La selección debe hacerse según la estación del año. Es decir, en invierno debemos incorporar abrigos; en verano, debemos usar ropas más cómodas y ligeras ante el aumento de los termómetros. El objetivo debe ser también ser capaces de vestir al niño de la forma más rápida y sin olvidarse de ninguna prenda básica ni complemento.