Cuidado con beber alcohol para relajar el estrés de ser padre o madre, ya que podría convertirse en un hábito adictivo y generar problemas de salud y mentales a largo plazo. Los niños pequeños y los adolescentes pueden ser extraordinariamente difíciles, por lo que no es sorprendente que un vaso de vino tinto o una cerveza te siente bien al final del día. Puedes hacerlo como un momento de placer, después de un día duro.
En cualquier caso, muchos padres se sorprenden cuando un vaso se convierte en dos, dos en tres, y luego… te sientes demasiado bebido como para leer un libro. En un abrir y cerrar de ojos, estás bebiendo cantidades abundantes de vino o cerveza todas las noches (porque tu cuerpo desarrollará una tolerancia a los efectos del alcohol, lo que requerirá que bebas más para poder notar algún efecto en ti).
En algunas culturas, beber todas las noches es normal. En algunas familias, esto es lo normal. No vamos a juzgar esto, simplemente queremos informar que el abuso del alcohol es cada vez más real en padres de niños pequeños y que puede afectar a tu capacidad de estar presente con tus hijos. Si puedes tomar una copa de vino y sentirte relajado, feliz, emocional y físicamente disponible para tus hijos, no tendría que ser un problema.
Pero si estás empezando a sentir cierta preocupación, o si te sientes mal por la mañana, entonces fíjate bien en lo que te está pasando. Beber por la noche no es bueno para ti, aunque tus hijos estén durmiendo. Beber solo o en privado a menudo es la gran bandera roja de que estás haciendo algo de lo que estás avergonzado/a. En este sentido, si te das cuenta de que empiezas a tener un problema con el alcohol, no culpes al estrés ni a todas las responsabilidades, tampoco te escudes pensando que necesitas ‘un respiro’, busca ayuda por el bien tuyo y de tu familia.