¿Has observado una coloración amarillenta de la piel en tu bebé? Cuando los valores de bilirrubina son elevados en la sangre del bebé, es habitual que tanto la piel como las mucosas adquieran esta coloración. De eso hablamos hoy, de la bilirrubina en bebés y de cuáles son los peligros de unos valores altos.
Valores de bilirrubina altos reflejan un desequilibrio temporal entre la producción y la eliminación de bilirrubina. Es una condición habitual en los recién nacidos. De hecho durante los primeros días de vida son muchos los que muestran estos signos. Y solo si se alarga o llega acompañada por otros síntomas resulta preocupante. Pero, ¡descubramos mas sobre esta condición!
¿Qué es la bilirrubina?
Los valores normales de bilirrubina en recién nacidos varían según las horas o días posteriores al nacimiento. Pero siempre como referencia general, los niveles de bilirrubina total deberían ser los siguientes hasta los tres días posteriores a su nacimiento:
- Hasta 24 horas después del nacimiento: Hasta 6 mg/dL
- De 24 a 48 horas: Hasta 13 mg/dL
- De 48 a 72 horas: Hasta 15 mg/dL
Bilirrubina alta en bebés
¿Qué ocurre cuando los valores son mas altos de los normal? Entonces hablamos de bilirrubina alta o hiperbilirrubinemia, el concepto clínico que define los valores plasmáticos de bilirrubina por encima de lo normal.
En los recién nacidos se observa cuando la bilirrubina en sangre sobrepasa los 6 mg/dl. Y es considerada grave cuando la concentración de bilirrubina es, generalmente superior a 25 mg/dl. Las causas para que la bilirrubina sea alta son variadas, aunque como ya se ha mencionado la inmadurez del sistema hepático es la mas habitual.
Las causas
- Ictericia fisiológica: Se produce debido a la acumulación temporal de bilirrubina durante el proceso de adaptación del hígado del bebé. Es la forma más común y aproximadamente el 60% de los recién nacidos a término, mayores de 37 semanas, la presentan entre el 2º a 7º día de vida.
- Ictericia patológica: Es una situación poco frecuente, Solo alrededor del 6% de recién nacidos lo presentan y se caracteriza por tener una incidencia súbita en las primeras 24 horas de vida. Puede perdurar más de 7 días en los bebés a término, y más de 14 días en el neonato prematuro,.
- Ictericia por lactancia: Algunos bebés también pueden desarrollar ictericia por una ingesta inadecuada de leche materna o fórmula, lo cual puede dificultar la eliminación de bilirrubina.
- Ictericia por incompatibilidad sanguínea: Si existe una incompatibilidad del grupo sanguíneo entre la madre y el bebé, se pueden liberar cantidades excesivas de bilirrubina, causando ictericia grave.
- Enfermedades del hígado: Cuando el hígado es inmaduro y el sistema enzimático no es suficiente para tratar la bilirrubina adecuadamente, los valores de esta en sangre también aumentan.
Los síntomas
Hemos hablado de esa ictericia o coloración amarillenta tan característica, pero este no es el único síntoma que puede presentarse cuando la bilirrubina en bebés es alta. Estos son los síntomas mas habituales:
- Coloración amarillenta de la piel y del blanco de los ojos.
- Somnolencia o irritabilidad.
- Dificultad para alimentarse.
- Evacuaciones de color claro.
- Reducción en la cantidad de orina.
- Signos de deshidratación.
El tratamiento
En caso de ictericia en los bebés lo habitual es medir los niveles de bilirrubina en la sangre para determinar los valores reales y conforme a ellos, considerar el tratamiento. Así pues, el tratamiento no es único y puede variar. De forma general, sin embargo, las claves de este suelen ser:
- Fototerapia: Consiste en exponer al bebé a luces especiales que ayudan a descomponer la bilirrubina en el cuerpo y se indica cuando los niveles de bilirrubina aumentan muy rápido.
- Alimentación frecuente: Alimentar al bebé con mayor frecuencia es clave para ayudar a eliminar la bilirrubina a través de las evacuaciones intestinales.
La bilirrubina alta en bebés no es infrecuente, de hecho es una condición común. Y si bien en la mayoría de los casos se resuelve por sí sola, algunos bebés pueden requerir tratamiento. Lo importante es realizar un seguimiento adecuado para garantizar la salud del bebé y hacer caso a nuestro médico.