Es una enfermedad muy molesta que pueden padecer hasta los más pequeños. La blefaritis en los niños consiste en la inflamación del párpado, provocando mucha irritación, picor y escozor. Suele afectar a los dos ojos y su apariencia se manifiesta con costras blancas en las pestañas.
La enfermedad no es contagiosa pero los cuidados higiénicos entre ellos mismos deberían ser extremos y más difícil intentando hacer que de ellos dependieran sus propios cuidados, pues siempre están jugando con objetos sucios o contaminados de bacterias y hacen que este tipo de dolencia sea bastante más habitual.
Cómo saber que es blefaritis
Los síntomas están muy claros pero muchas veces se puede empezar a manifestar la blefaritis en los niños y no darnos esa pequeña alerta. Para poder detectarla con responsabilidad estos pueden ser algunos de sus síntomas:
- Se produce una inflamación de los folículos de las pestañas, a lo largo del borde del párpado, por lo que los párpados y ojos están rojos e irritados lo que causa mucho picor.
- Se suele tener sensación de tener arenilla en los ojos o de algún cuerpo extraño dentro del ojo.
- A primera hora de la mañana aparecen costras o caspa en la base de las pestañas, además los ojos están pegajosos.
- Otro de los síntomas es el desprendimiento de la piel alrededor del ojo incluso la caída de las pestañas o su crecimiento anormal.
Suele tener varios grados, está la blefaritis anterior que suele ser la más común y con las características reseñadas, y está la blefaritis posterior con la disfunción de las glándulas de Meibomio. Cualquiera de las dos pueden llegar a ser una simple molestia a ser más grave y afectar a la vista del paciente. Para cualquiera de estos síntomas es recomendable acudir al médico de cabecera o a una clínica oftalmológica.
Las causas de la blefaritis
Es probable que su aparición se deba a una predisposición genética y no contagiosa, por ello que haya casos aislados de esta enfermedad. Se suele manifestar en los primeros días de vida en el cuero cabelludo de los bebés y que afecta a sus pestañas, es una infección bacteriana que se contagia con las manos al tocarse los ojos.
Otra de las causas puede ser la blefaritis alérgica aunque es menos frecuente. En esta afección se caracteriza por un exceso en la producción de aceite de las glándulas que se encuentran cerca del párpado por lo que aumentará la proliferación de estas bacterias que se encuentran en nuestra piel.
Otro factores de riesgo pueden ser la presencia de ácaros muy pequeños y de piojos en las pestañas, no es común pero puede ser una de las causas. También se le puede atribuir a una dermatitis seborreica de la cara o cuero cabelludo, como hemos señalado al principio o por una miopía.
¿Cómo se pueden prevenir y cuál es su tratamiento?
Se trata de mantener la zona del ojo lo más limpia posible , todos los días y de forma constante. Hay que lavarse las manos con mucha frecuencia y lavarse los ojos con un jabón especial. Por supuesto que hay que evitar tocarse con las manos sucias.
El tratamiento consiste el limpiar el borde del párpado con un bastoncillo de algodón y procurando retirar todas las escamas o costras posibles. La autilización de compresas calientes ayudarán a aliviar el escozor y el ardor, se aplicarán sobre los párpados cerrados durante un minuto, dos o tres veces al día para notar una mejoría. Hay que echar a continuación un antibiótico prescrito por el médico especialista.
También es aconsejable usar cremas antiinflamatorias, lágrimas artificiales y colirio para poder aliviar los síntomas de la blefaritis o poder prevenir su recurrencia. Es muy recomendable seguir con la limpieza con mucha regularidad para no tener posibles recaídas, para ello haremos limpiezas con agua hervida y sal para evitar futuras infecciones.