¿Alguien os dijo alguna vez la gran variedad de cacas que se pueden encontrar en el pañal del pequeño?
Líquida o dura, negra, verde o amarilla, la caca de los bebés pueden tener muchos tonos y texturas diferentes.
Esos cambios de pañal son una parte importante de la rutina diaria de cualquier padre, pero también pueden ser una forma de vigilar la salud del bebé.
Hoy aprenderemos a diferenciar lo que el color, la consistencia y la frecuencia de la caca del bebé pueden decirnos en cuanto a la salud y el desarrollo del pequeño.
La caca del bebé: ¿qué es normal?
Quizás os hayáis preguntado alguna vez cómo debería ser la caca de un bebé sano. Es normal que os lo preguntéis porque el color y la consistencia de las heces del bebé cambian con el tiempo dependiendo de varios factores, especialmente de lo que coma.
Os dejo una guía de lo que podéis encontraros en los pañales de los pequeños durante los primeros días, semanas y meses después del nacimiento.
Meconio
Es probable que los primeros pañales del bebé contengan una sustancia pegajosa, de color verde oscuro, similar al alquitrán, y sin apenas olor. Esto se llama meconio.
Este tipo especial de excremento está hecho de cosas como células de la piel, moco, pelos y otras partículas que el pequeño tragó junto con el líquido amniótico mientras aún estaba en el útero.
Se necesitan unos días para eliminar todo el meconio de su sistema, pero luego comenzará a defecar regularmente. En este momento, su popó pasará de ser casi negro a tener un tono verde amarillento.
¡Avisad a vuestro pediatra si la primera evacuación intestinal no ocurre dentro de las primeras 24 horas después del nacimiento!.
Caca de bebé según cómo lo alimentemos
Una vez que el meconio esté fuera del sistema del bebé, las cacas del pequeño pueden variar mucho dependiendo de cómo lo alimentemos. Esto es lo que probablemente encontraríamos en los pañales en distintos casos:
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Bebés amamantados. Si amamantamos al bebé, sus deposiciones en los primeros meses pueden parecerse un poco a la mostaza de Dijon, con una consistencia ligeramente líquida y posiblemente con partículas de grasa blanquecinas que parecen semillas. El color de las heces del bebé también puede cambiar dependiendo de lo que esté comiendo. Por ejemplo, si come vegetales verdes como las espinacas, es posible que tengan un tono verde.
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Bebés alimentados con fórmula. En este caso su caca no será tan líquida como la de un bebé amamantado. Tendrá una consistencia más pastosa (aunque no debería ser más firme que la mantequilla de maní) y un color amarillo más oscuro o tostado.
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Bebés en etapa de destete. Cuando comencemos a introducir alimentos sólidos, lo cual se recomienda a partir de los 6 meses, veremos (¡y oleremos!) algunos cambios importantes en el contenido de los pañales. Sus heces se volverán más firmes y su color también variará. Es posible que veamos trozos de comida no digeridos, como la piel de los guisantes o los tomates. Esto se debe a que el sistema digestivo del pequeño todavía está aprendiendo a procesar todos estos alimentos nuevos. El período de destete también es cuando la caca comenzará a oler más fuerte, debido a las grasas y azúcares adicionales en la dieta.
Verde, gris, rojo: ¿qué pueden significar los colores de la caca de bebé?
La caca verde, en particular, puede ser alarmante la primera vez que la vemos, pero por lo general es inofensiva. Puede ser causado por varios motivos, desde ciertos medicamentos (tomados por el propio bebé o incluso por nosotras si estamos amamantando al pequeño) hasta alimentos verdes que el bebé ingiera directamente o se transmita a través de la leche materna.
Como regla general, todos los tonos tierra (amarillo, verde y marrón) están bien, pero si alguna vez necesitáis aseguraros, no dudéis en pedirle consejo a vuestro pediatra.
Colores de advertencia
Existen ciertos colores de heces que pueden ser un signo de un posible problema de salud:
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Rojo. Los rastros de rojo pueden deberse a sangre en las heces. En un bebé recién nacido, es posible que se haya tragado un poco de sangre durante el parto. Si le damos de mamar, es posible que los pezones nos sangren un poco y que la sangre se mezcle con la leche materna. Si el pequeño ya come sólidos, puede ser por el color de algún tipo de alimento, como la remolacha, que puede colorear la caca. De todas formas, hay que acudir al pediatra para que determine qué es.
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Negro. En algunos casos, las heces negras pueden ser causadas por sangre, que puede cambiar de rojo a negro dentro de los intestinos con el tiempo. Es importante saber que las heces de color verde muy oscuro a veces pueden parecer negras. La caca de bebé verde, incluso con un tono oscuro del color, generalmente no es nada de qué preocuparse. El meconio también puede verse negro y esto no es un problema.
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Blanco o gris. Las heces de color blanco muy pálido o de color arcilla son muy raras, pero si vemos cacas de este color en el pañal, hay que llamar al pediatra, ya que podría ser un signo de una afección hepática que necesite tratamiento.
¿Con qué frecuencia debe hacer caca un bebé?
La frecuencia con la que un bebé defeca cambiará a medida que crezca y se desarrolle su sistema digestivo, pero también se verá afectado por el método de alimentación que utilice.
Si le damos de mamar
Es probable que defeque con más frecuencia que si lo alimentamos con fórmula. Como regla general, después de los primeros días, es posible que haga entre 2 y 5 evacuaciones al día, hasta que tenga alrededor de 6 semanas de edad.
Después de las 3 a 6 semanas de edad, si damos de mamar pueden pasar varios días entre evacuaciones. Esto se debe a que el sistema digestivo del bebé puede procesar la leche materna de manera muy eficiente, dejando muy pocos desechos sólidos.
Después de 6 semanas, puede hacer menos caca que antes. Una de las razones de esto es que en ese momento la leche materna por lo general ya no contiene calostro, que puede actuar como laxante.
Si toma leche en fórmula
Tanto si le damos toda la leche en fórmula como solo una parte, después de los primeros días puede comenzar a llenar su pañal al menos una vez al día. Aunque es habitual que pase uno o dos días sin defecar. Esto está bien, siempre que sus heces sean blandas.
¿Cuándo podemos decir que el bebé hace demasiada caca?
La cantidad de caca que haga cada vez puede variar. Siempre que su aumento de peso esté en el buen camino y las heces sean blandas, es probable que las cosas estén bien.
Si la caca del pequeño parece aguada, especialmente si hace caca con mucha más frecuencia de lo habitual, o si tiene otros síntomas, como fiebre alta se trata de diarrea. Hay que acudir al médico lo antes posible.
Los recién nacidos y los bebés más pequeños tienen más probabilidades de hacer caca más pequeña y más veces. Si el bebé acaba de defecar, es posible que podamos ahorrarnos un cambio de pañal adicional esperando un poco más…
¿Cuándo podemos decir que tenga estreñimiento?
El estreñimiento es más común después de la introducción de sólidos, pero también puede ocurrir en bebés más pequeños. A continuación, os muestro algunos signos típicos del estreñimiento:
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En un bebé recién nacido. Heces duras y menos de una vez al día.
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En un bebé mayor o un niño pequeño. Heces duras y compactas que cada tres o cuatro días.
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En un bebé o niño de cualquier edad. Heces fecales grandes, duras y secas que son dolorosas al evacuar. Si hay sangre en las heces o si el pequeño se esfuerza durante más de 10 minutos sin defecar.
¿Qué se puede hacer con el estreñimiento?
Antes que nada se debe consultar al pediatra o farmacéutico. No debemos dar ningún medicamento, ni un laxante, a menos que nuestros profesionales de la salud lo comuniquen.
Si no mejora o tiene otros síntomas como vómitos, fiebre, letargo, pérdida del apetito o sangre en las heces, hay que ir lo antes posible al médico.
¿Cómo podemos saber si el bebé ya ha hecho caca?
Es posible que la caca no huela mucho, especialmente en las primeras semanas, entonces, ¿cómo podemos saber cuándo está listo para un cambio de pañal?
Un signo revelador es el esfuerzo: evacuar las heces es un trabajo duro para los bebés pequeños. Normalmente se enrojecen con el esfuerzo de sacar esa caca. Pronto sabréis distinguir la expresión facial de vuestro propio bebé cuando defeca. Es cuestión de observarlo.
Si no estamos seguros de si hay algo allí, simplemente hay que echarle un vistazo al pañal sin quitárselo. Para hacer esto, tiramos suavemente de la cintura en la parte posterior y echamos un vistazo al interior.