La madrugada del pasado domingo adelantamos una hora el reloj, a las 2 fueron las 3, así de golpe, como cada primavera para adaptarnos al horario de verano. Con esta medida de cambio de hora se ahorra energía, y en estos momentos de confinamiento nuestra factura de la luz lo va a agradecer ¿pero qué ocurre con los biorritmos de niños y bebés? ¿cómo les afecta este cambio y más aún este situación excepcional?
Uno de los momentos en los que pudimos ver más claro cómo se había producido ese cambio de hora, fue cuando el pasado domingo, a las 8PM salimos los balcones y ventanas, queríamos aplaudir al personal sanitario, y el sol permanecía fuera.
¿Cómo afecta el cambio de hora a los niños?
Sabemos que los niños y niñas son los más sensibles a los cambios de hora. Les provoca alteraciones en el sueño, problemas de atención, irritabilidad, enfados, cansancio y desánimo.
Si a esto le sumamos que ya llevamos dos semanas de confinamiento, y en algunos municipios tres, la combinación puede ser explosiva. De la misma forma que le has explicado las razones del confinamiento explícale el cambio horario. Hazlo con palabras acordes a su nivel de entendimiento, cuéntales que por la mañana cuando se despierte será más de noche que antes, pero las tardes serán más largas.
La Asociación Española de Pediatría (AEP) y otras instituciones nos han acosejado mantener las rutinas, o crear nuevas cotidianidades en nuestros días de confinamiento. En esto primeros días de cambio de hora este consejo debemos cumplirlo sí o sí. Es importante que aunque sea de día no retrasemos su hora de ir a dormir.
Consejos para el confinamiento y el cambio horario
Una de las ventajas que queremos verle al confinamiento es que podemos hacer una adaptación paulatina a los biorritmos de los niños. Por ejemplo, aún siguiendo la rutina de cada día, empieza a levantarlo 15 minutos antes de lo habitual. De este modo el cambio no será tan brusco, de un día para otro.
Un aumento en las horas de luz, para niños, adultos y bebés, nos hace estar más animados y con mayor optimismo. Aprovecha más las horas de luz en las habitaciones soleadas. Tus hijos lo agradecerán, porque esta es fundamental para sintetizar vitaminas y, a la vez la vitamina D incrementa el sistema inmunológico, algo fundamental en estos días.
También es posible que al ver la luz del día, y saber que al día siguiente no hay colegio, lo interpreten como vacaciones, y se vuelvan más rebeldes para irse a la cama. Te recomendamos mantener las rutinas de cena, baño de agua caliente y acompañarles con una lectura o como tengáis costumbre. Baja las persianas de su habitación para tamizar la luz.
Si en tu caso, estás con un bebé lactante, basta con adelantar la toma diez minutos cada dos o tres días, y habrá una adaptación natural.
Otras pautas a seguir de adaptación
Te recordamos que los pediatras recomiendan que los niños descansen un mínimo de 10 horas diarias. Y si hablamos de niños y niñas preescolares es conveniente elevar las horas de sueño a 11 ó 12. Aunque estemos viviendo una situación excepcional no retrases la hora de ir a dormir, con el fin de asegurarles un buen descanso.
En estos casos solo podemos recomendar mantener la calma y tener paciencia, porque este cambio de hora produce en los más pequeños desorientación hormonal. El cerebro está confundido y necesita un tiempo o proceso de adaptación para volver a sincronizar las actividades que tenía programadas.
Como siempre, y en estos días más te recomendamos que practiquen actividades físicas, pero no antes de dormir, vigila sus horas de sueño durante el día y procura que no usen aparatos electrónicos antes de ir a dormir. Estos afectan a su estado de alerta y dificultar el sueño.
Y recuerda, todo es pasajero, todo tiene un final, los efectos de los cambio de hora y el propio confinamiento.