La infección por clamidia es de las más frecuente, tanto en hombres como en mujeres. En el caso de que estés embarzada y tengas dudas sobre si tienes o no esta infección consulta inmediatamente con tu médico, ya que la infección puede contagiarse al bebé durante el parto. Por este motivo es imprescindible que te pongas en tratamiento.
Otra consecuencia de tener o haber tenido clamidia es que el embarazo podría ser ectópico, es decir, fuera del útero. Si quieres tener más información sobre los embarazos ectópicos te recomendamos que pinches en este artículo.
¿Qué es y cómo me afecta la infección por clamidia?
La clamidia es una infección bacteriana que se puede curar. Se transmite a través de las relaciones sexuales genitales, orales o anales. No hace falta que haya habido eyaculación para que se produzca el contagio.
En la mayoría de los casos, no hay unos síntomas claros, y a veces aparecen varias semanas después de haber tenido relaciones. Las mujeres solemos tener secreción vaginal anormal y sensación de ardor al orinar, pero esto no significa que si tienes estos síntomas estés infectada. Hay otras causas que también pueden provocarlos. Para asegurarte pide un análisis a tu médico.
La infección por clamidia, si no se trata y se mantiene durante mucho tiempo puede dañar el aparato reproductor. En los casos más graves hace más difícil o imposible que quedes embarazada en el futuro.
Una cosa que debes saber es que si en el pasado ya has tenido clamidia y recibiste tratamiento, esto no te hace inmune a volver a contagiarte, Es frecuente la recurrencia de la infección por clamidia. Hay que hacerse pruebas unos tres meses después del tratamiento.
Estoy embarazada, ¿cómo me afectan las clamidias? ¿Y a mi bebé?
En tu primera visita prenatal el médico debería haber pedido una analítica completa de ETS (Enfermedades de Transmisión Sexual) para descartar la infección por clamidia u otras, Si no es así, solicítalo.
Las mujeres con clamidia durante el embarazo tienden a tener niveles más altos de infección en el saco y el líquido amniótico. Aumentan también la probabilidad de un parto prematuro y ruptura prematura de membranas. Algunos estudios han asociado la clamidia con el riesgo de aborto, pero esta relación no está clara.
Lo más grave es que le transmitas a tu bebé tu infección de clamidia durante el parto, lo que podría provocarle infección en los ojos, conjuntivitis, entre el 18-44% de los casos. A veces con pocos días de nacimiento se le pone a los bebés unas gotas o cremas medicadas que previenen la conjuntivitis por gonorrea, pero no las infecciones debidas a la clamidia. Los bebés que contraen clamidia durante el parto tienen más posibilidades de desarrollar neumonía, entre unas semanas y unos meses después de nacer. Neumonía por clamidia entre 3-16% de los casos.
Para la madre, tras el parto, tendrás más posibilidades de padecer una infección uterina. Estas infecciones pueden ser muy serias, pero si tratan a tu bebé enseguida con antibióticos no va a tener ningún problemas. Aunque por supuesto, lo mejor es que te traten durante el embarazo.
¿Se puede tratar la infección durante el embarazo?
La clamidia se puede curar, para ello se administran antibióticos que son seguros durante el embarazo. El especialista te recetará un antibiótico para tomar en una sola dosis o uno que tomas durante una semana. Se considera que la azitromicina, amoxicilina y eritromicina son medicamentos seguros para tratar esta infección en mujeres embarazadas o que están amamantando.Hay que seguir estrictamente las instrucciones que te de el médico.
En el caso de que tengas pareja, es importante que éste también reciba tratamiento. Debéis absteneros de tener relaciones sexuales hasta una semana después de que ambos hayáis acabado con el tratamiento. Los medicamentos contra la infección por clamidia no se deben compartir.
Tu doctor o doctora te volverá a hacer la analítica a las 3 semanas y, luego a los 3 meses de acabar con el tratamiento. La reinfección es algo común.