Los niños ya llevan más de un mes seguido sin salir de casa, y aunque sean niños caseros, es normal que tengan momentos de más nerviosismo o irascibilidad. Sus vidas han cambiado por completo y es normal que esos sentimientos que no expresan salgan en forma de comportamiento disruptivo, por eso es importante que les ayudes a calmar esas emociones.
La primera manera de hacerles calmar esas emociones es ayudarles a expresarlas, expresar cómo se sienten y que te pregunten todo aquello que necesiten para encontrar la tranquilidad que necesitan. Es importante que entiendas por qué se siente así, piensa que los niños no son ajenos a la realidad que está ocurriendo y sienten y experimentan lo mismo que nosotros.
Si tiene un mal comportamiento, no te culpes ni tampoco le culpes… Es su manera de decirte que no está bien emocionalmente. Por eso, resulta necesario que conectes emocionalmente con tus hijos para que se sientan más seguros y reconfortados. No reprimas sus emociones con frases como “no llores” o “no pasa nada”, “no te preocupes por eso”, etc. Quizá piensas que sus emociones no son importantes pero sí que lo son y debes respetarlo y comprenderlo.
Puedes utilizar cuentos o vídeos infantiles para poder hablar sobre este tema. Es fundamental que le ayudes a expresar sus emociones y que sepa que tú estarás a su lado todo el tiempo. También puedes expresar cómo te sientes de una manera que entienda tu hijo y que de esta manera sea más sencillo para todos.
Recuerda que las rutinas y el cuidado personal son muy importantes. Tus hijos deben ver normalidad dentro de casa, a pesar de las posibles dificultades. Tu estado de ánimo influye en la educación de tus hijos, por lo que no debes quitar esto de tu perspectiva. Sé consciente que es una situación que no durará para siempre y que la familia debéis estar unidos.