Ya tienes en tus brazos a tu bebé. Nada más nacer te lo han puesto sobre tu pecho y ambos habéis experimentado un placer inmenso. Y ahora te toca a ti lidiar con él y ¡no sabes ni cómo cogerlo! Los bebés parecen tan frágiles que muchas mamás y papás, en especial los primerizos sienten temor de cogerlos en brazos.
Es normal que sintáis estos reparos. Pero no hay que manifestar esta inseguridad, ni miedo. Al recién nacido hay que cogerlo con firmeza, y cuidado, cualquier miedo se lo transmitirás al bebé y se sentirá mucho más intranquilo e inseguro que tú misma.
Confía en el instinto para coger al recién nacido
Tu instinto, y el del padre también, os dará una buena mano para coger al recién nacido en brazos. Pero de todas formas no está de más tener algunos conceptos claros. Entre estos conceptos recuerda que no debes cogerlo con las manos frías o sucias.
Coge al recién nacido sosteniendo su espalda y la cabeza, es lo más importante. Su cuello todavía no será capaz de sostener la cabeza más o menos hasta los primeros tres meses. Así que con una mano sujetas la espalda y con la otra la cabeza. A veces y, con cierta práctica, incluso con la misma mano que le sujetas la espalda le puedes sujetar la cabeza. Para ello tienes que colocar la palma de tu mano en la parte superior de la espalda del bebé y sosteniendo con los dedos su cabeza. Con la otra mano lo sujetas por el culete y lo acercas a tu cuerpo. Tenerlo siempre cerca de tu cuerpo le hará sentir seguro y arropado.
Para acostarlo inclínate sobre su cuna lo más posible. No lo despegues de tu cuerpo hasta el último momento. Primero apoya su culo, luego el resto del cuerpo, sin dejar de sujetarlo y por último la cabeza. Hasta que no esté completamente tumbado no le quites la mano de la cabeza.
¿Cómo coger al recién nacido para alimentarle?
Ya comentamos en otro artículo distintas posturas para dar de mamar al bebé. Estas se irán modificando a medida que el bebé vaya creciendo. Pero ahora nos centrarem dar el pecho o darle el biberón a un recién nacido.
Como siempre comentamos serán la mamá y el hijo los que decidan cuál es la mejor, en la que ambos estén cómodos. Si tú estás incómoda esta sensación se la transmitirás al bebé, y la experiencia no será placentera para ninguno.
La posición más frecuente para amamantar o dar el biberón a un recién nacido es boca arriba, con su cabeza sujeta en el pliegue de tu codo. Puedes encajar cojines en tu espalda y bajo el brazo para que estos no se carguen, o usar unos soportes que se colocan sobre el sofá para tal menester. También puedes amamantar a tu bebé tumbada sobre el costado. Para ello tendrás que poner tu cabeza sobre una almohada y al recién nacido tumbado a tu lado.
Como ser educada y decirle a las visitas que no cojan al bebé
Coger a un recién nacido y mimarlo, dirigiéndose a él con palabras dulces e intentando que se sienta a gusto es lo más favorable para los padres y para el bebé. Cogerlo favorece el contacto piel con piel y los cambios de posición le estimulan y le ayudan en su desarrollo psicomotor. Pero a veces ocurre que las visitas se muestran demasiado achuchonas y besuconas.
Muchas personas no entienden el temor de las madres a que las visitas cojan al recién nacido. A partir de ahora te sentirás mucho más protectora. Es normal, no te pasa solo a ti. Muchas madres lo pasan realmente mal cuando otras personas cogen a sus bebés en los primeros días. Se sienten amenazadas, dolidas, heridas. Recuerda a quienes quieran coger al bebé que no se trata de un muñeco o muñeca que pueda ir pasando de mano en mano. Este gesto que se hace con el máximo cariño acaba poniendo al bebé muy nervioso, y le produce cierta confusión para saber cuál es su mamá.
Recomendamos que los bebés recién nacidos sólo los coja la mamá, o la pareja de ésta. Después, en casa, los hermanos mayores ya irán acercándose a ellos y mostrándoles su amor.