Es importante el cuidado personal durante el embarazo, no obstante en ocasiones los cambios producidos en los nueve meses pueden derivar en un colesterol alto. Veamos porqué aumenta y cómo se puede mejorar para evitar consecuencias mayores.
El colesterol
El colesterol es grasa y resulta esencial para llevar un ritmo preciso en el día a día. En cualquier persona es normal que los niveles se encuentren inferiores a 200 mg/dL. Las embarazadas pueden llegar a 250 mg/dL, o del mismo modo pueden llegar a aumentar el valor alrededor de un 50%. Más allá de estas cantidades puede existir riesgo de preeclampsia o parto prematuro.
El colesterol, está presente a nivel celular, y no solo es positivo para la madre y su correcta funcionalidad, también ayuda al desarrollo del feto. Lo que hace que este tipo de grasa no se mantenga en unos índices estables son precisamente las alteraciones hormonales y el aumento sanguíneo. Es importante tener en cuenta que pese a que el colesterol es necesario no así el exceso, ya que puede hacer peligrar la salud de madre e hijo.
Mantener los niveles adecuados en las embarazadas
Un colesterol alto en el embarazo implica una mayor atención por parte del médico. Llegado el momento será él quien solicite un tratamiento adecuado y recomiende una alimentación más acorde. Serán imprescindibles las carnes blancas, los lácteos desnatados, comidas bajas en grasas y sal y ricas en fibra, pescado azul, frutos secos y frutas y verduras. Y lo ideal es evitar los fritos y la denominada comida basura. Tanto bebé como madre necesitan todas las vitaminas y nutrientes óptimos para el correcto progreso en los meses de gestación.
El ejercicio físico también permitirá mantener los adecuados índices de colesterol. El médico controlará los niveles con análisis de sangre dentro y fuera del embarazo. Es normal que en el segundo trimestre de gestación exista un notable aumento del colesterol, algo que disminuirá tras dar a luz. Pasada la cuarentena el médico volverá a revisar los niveles para ver si se han estabilizado los datos. En caso de no mejorar será necesario modificar la dieta a la madre ante posibles problemas de tipo cardiovascular.