Seguramente te acuerdes cómo fue tu primer amor y hayas pasado ese momento cuando eras un niño, y quizás estés ahora ejerciendo de padre o madre ante tu hijo y vuelvas a revivir cómo él, sea niño o no, su primera fase de enamoramiento, quizás este episodio te puede sonar de algo y puedas ayudarle en muchas inquietudes.
Pero las circunstancias pueden ser dispares, quizás tu hijo es ya un adolescente y esté pasando por esa gran y compleja etapa de enamoramiento. Y es que durante este ciclo resolver sus sentimientos pueden volverse muy elocutivos, ya que sus emociones son más intensas. En esta etapa aparecen los celos y emergen más sus inseguridades frente al mundo actual. O quizás sea un pequeño amor de niños dónde sus sentimientos no tengan que ver nada con el tema sexual.
El primer amor cuando es un niño
Su primer amor puede llegar muy pronto. Por lo general suelen experimentar esta sensación a la edad de 4 a 5 años y es cuando se siente atraído por alguien de su misma edad. Quizás se refiera a esa persona como su posible novio o novia aunque no hayan confirmado nada entre ambos, ni seguramente lo sepa la otra persona.
Su amor es demasiado inocente, siente admiración por la otra persona y le tienen en mente a todas horas, claro está que es un amor infantil, dónde el tema sexual no representa ningún vínculo entre ellos.
Por lo general será un amor seguramente pasajero y muy voluble, sus actitudes frente a la otra persona será la de jugar y compartir experiencias pero para otros será un inocente acto de pudor. Ya que para unos es diversión para otros es sinónimo de vergüenza, pero para otros será un acto de descaro llegando a afirmar que tienen varios novios o novias.
El primer amor cuando es un adolescente
Si tienes confianza con tu hijo o hija puedes ayudarle a canalizar sus primeras experiencias amorosas . Aquí tienen que superar nuevos escalones un poco más serios y para ello echarles una mano firme y coherente nunca estará demás. Si el tema se centra en que nos ha venido con su primer amor (o noviazgo) por sorpresa, esto nos puede crear cierta preocupación por el simple hecho de no querer que se sientan lastimados, pero hay que solventar esta situación con la mejor resolución posible.
En este caso nos enfrentamos ante un amor mucho más serio. Aquí ya viene representado por la presencia de hormonas sexuales, tanto en hombres como en mujeres y dónde estarán altamente sensibles a captar cualquier estímulo. Por su puesto esto se puede llegar a traducir en la finalidad de llegar al cortejo entre ambas partes.
Cómo tema añadido hay que reseñar el momento emocional del que son partícipes, su autoestima juega un papel muy serio pues es aquí dónde comienza a construirse y de ahí todo lo demás. La confianza en sí mismo es sinónimo de una gran maduración psicológica que le ayudará a controlar mejor sus emociones. Es importante como ya he dicho tener confianza y hacerle ver la posible finalidad de esta fase.
¿Cómo debemos de actuar los padres?
Lo ideal sería mantenernos al margen y dejar que el amor fluya de manera natural, pero en el caso de los adolescentes aunque les demos su espacio a veces se pueden extralimitar, a veces necesitamos protegerlos de algo que les puede perjudicar o incluso tenemos que posicionar nuestra autoridad con el castigo. En el caso de los niños debemos de respetar su espacio y dejar que lo experimenten sintiéndose acompañados por nosotros.
Intenta no prohibir el noviazgo, aún viendo que no sea conveniente muchas veces puede provocar que se oculte y puede empeorar la situación. Es importante estar orgullosos de la confianza que puedan aportar nuestros hijos contándonos su experiencia, de ahí que se cree un vínculo que aprovechemos para aportar nuestra postura como padres y poder ayudarle en aumentar su autoestima.