La madurez en los padres es clave a la hora de que los hijos puedan crecer y desarrollarse sin problema alguno. Un niño que vive en casa con unos padres inmaduros puede sufrir serios problemas emocionales que van a repercutirle a la hora de formar su personalidad.
Es esencial y primordial que las normas y los valores que el niño reciba se sustenten en la propia madurez de sus padres.
El aspecto emocional en los hijos con padres inmaduros
Un padre inmaduro es aquel que a pesar de tratarse de un adulto se termina comportando como alguien más joven como puede ser el caso de un adolescente. No actúan con la responsabilidad de ser un padre y se muestran en todo momento caprichosos y con conductas que no se adecuan a la edad que tienen.
Todo ello va a repercutir de una manera negativa en el estado emocional en los propios hijos. La inmadurez de los padres hace que los pequeños tengan un papel o rol en la familia que no deberían tener debido a su corta edad. Los niños deben ponerse en ocasiones el disfraz de adulto con todo lo que ello acarrea.
No es normal que el hijo tenga que tener el rol de adulto y padre ya que ello va a afectar de una manera negativa a su estado emocional. El padre debe ser el adulto y tener una serie de responsabilidades que no puede tener su propio hijo.
Cómo se comportan los padres inmaduros
Los padres inmaduros tienen una serie de características bastante reconocibles:
- Se niegan a imponer una serie de normas en casa.
- Se comportan con sus hijos como amigos y dejan de lado su rol como padres.
- No tienen ningún tipo de responsabilidad en la casa y se desentiende de la misma.
- Apenas dedican tiempo a sus hijos y se desentienden totalmente de ellos.
- No quieren afrontar los problemas del día a día y prefieren ser permisivos.
- A pesar del paso de los años, se siguen comportando como niños.
Los hijos de padres inmaduros suelen ser niños con poca confianza y muy inseguros. Ello como ya hemos dicho antes, va a provocar serios problemas emocionales en el niño tanto a medio como a largo plazo. Es normal que dichos niños acaben sufriendo ciertos trastornos de todo tipo.
Clases de padres inmaduros
El comportamiento o la conducta nos van a indicar las clases de padres inmaduros que hay:
- Los padres impulsivos son aquellos que no piensan en ningún momento sobre las graves consecuencias que pueden tener el ser inmaduros. Se suelen guiar por impulsos y no piensan nunca antes de realizar una determinada acción.
- Los padres indiferentes no muestran en ningún momento ninguna muestra de amor y de afecto hacia sus hijos. No establecen ningún tipo de norma y actúan como si no fueran padres.
- El tercer tipo de padre inmaduro es el pasivo. Este tipo de padre está totalmente alejado de sus hijos a nivel emocional. El niño no tiene el afecto de su padre y ello le repercute de una manera negativa en su desarrollo.
- Los padres erráticos son el último tipo de padres inmaduros que existen. Estos padres prometen muchas cosas que al final no terminan cumpliendo. Pueden establecer una serie de normas que llegan a cambiar según las circunstancias o como mejor les convenga.
En definitiva, los hijos que crecen en una familia en la que los padres son inmaduros, asumen una serie de responsabilidades que no deberían debido a la edad que tienen. Los niños no pueden asumir más responsabilidades de las propias de su edad y no exigirles que asuman el rol que deberían tener los padres dentro del propio hogar. La inmadurez propia de los padres va a tener consecuencias en el buen desarrollo de los hijos. Con el paso del tiempo estos niños se convierten en adultos con serios problemas de autoestima y a la hora de relacionarse con los demás.