El Vamping es un fenómeno que cada vez va tomando más relevancia entre las personas y especialmente en adolescentes. Su nombre se da al uso de aparatos electrónicos o tecnología (móvil, ordenador, Tablet, etc) durante la noche, ocasionando falta de horas de sueño y provocando el riesgo de sufrir insomnio.
Según muchos estudios esta alteración del sueño ya está afectando desde un 20% a un 40% de los niños y adolescentes. Se cree que su uso por la noche hace que se de paso al buen descanso y ocurre todo lo contrario, crea insomnio y no se duerme lo suficiente.
¿Por qué afecta al sueño el uso de la tecnología?
Todas las personas tenemos un reloj interior que regula nuestro sueño y se llama el “ritmo circadiano”. Este reloj nos determina y regula muchas de las funciones de nuestro cuerpo, entre ellas cuando debemos de estar despiertos o cuando llega la hora de descansar para dormirse. Es por ello que notamos cuando tenemos el hábito de ir a dormir y de la hora casi exacta de despertarnos.
Nuestro cuerpo se rige por las horas del día e incluso por la cantidad de luz y oscuridad que recibe el cerebro. Si una persona deja que se emita la luz eléctrica a una hora que no tiene que recibirla no segregará la hormona de la melatonina y afectará en mayor o menor grado al ritmo circadiano.
La emisión de esta luz es una “luz azul” que desarrolla un mal patrón regido por el sueño, se retrasa el inicio del sueño y por lo tanto se duermen menos horas. Esta luz afecta a la melatonina como hemos mencionado. A parte se ha observado que los campos electromagnéticos de radiofrecuencia que emiten estos dispositivos también afectan las ondas cerebrales que están relacionadas con la tranquilidad del sueño.
Recomendaciones para el uso adecuado de la tecnología
Ya es un hecho comprobado que en España el 25% de los niños hasta los 10 años ya disponen de un teléfono móvil y casi el 95% de los adolescentes hasta los 15 años. Basándonos en estos datos es importante tomar conciencia y hacer un buen uso de los dispositivos electrónicos durante el día y en especial por la noche. Aquí os reseñamos algunas de las recomendaciones que se deben seguir:
Es importante bajar el tono del brillo de la luz para ponerlo en modo lectura o quitar esa luz azul para que se convierta en un tono amarillo. Todo dispositivo que contenga pantallas con luz brillante debe de llevar un regulador de su haz de luz. Generalmente suelen aparecer entre los ajustes dentro del teléfono, tablet u ordenador dónde puedes cambiar esa tonalidad para no hacer daño a los ojos ni modificar el sueño.
Esta modificación de regulación de luz es fundamental hacerla durante todo el día o al menos dos horas antes de acostarnos, pero si puede ser es mejor reducir tanto el móvil, tablet, ordenador o videoconsola horas antes de ir a dormir.
Un remedio de formar parte con el ejemplo es que los niños observen que los padres no usan dispositivos electrónicos antes de dormir. Se deben de eliminar todos los aparatos eléctricos de una habitación para que sus ondas no interfieran en nuestro sueño. También se pueden sustituir cualquiera de estos aparatos por libros de lectura que ayudan a relajarse y a incitar el sueño rápidamente.
Consecuencias negativas del “Vamping”
El uso de dispositivos no afecta exclusivamente al sueño, se ha comprobado que va mucho más allá de otros efectos negativos que pueden ocasionar en el cuerpo a causa de la falta del sueño. La principal dolencia que puede causar a largo plazo es el cansancio y la debilidad.
A partir de aquí se produce irritabilidad, más trastorno del sueño, una bajada de las defensas, falta de concentración y alteraciones en el metabolismo. A consecuencia de horas bajas de sueño el niño puede gastar más calorías, crear apetito por hidratos de carbono y conllevar a un aumento de peso y obesidad. Si quieres conocer más cómo influye la tecnología dentro de las vidas de nuestros hijos puedes leernos en “¿cómo le puede afectar a su salud ocular?” o “cómo enseñar a los hijos a hacer un buen uso de las nuevas tecnologías”.