Ayudar a los hijos a independizarse es la mejor manera de enseñarles el camino de la vida adulta, la madurez y la responsabilidad. Vivir lejos del abrigo de los padres y las madres no es nada fácil, pero es algo por lo que todos los hijos deben pasar. Es como se suele decir, ley de vida, y la mejor manera de que lo hagan de forma responsable y satisfactoria, es contando con la ayuda de los que más los quieren.
Salir de casa y vivir independiente es enfrentarse a un sinfín de aventuras, a veces buenas y divertidas y en ocasiones muy complicadas. Por ello, es esencial educar a los niños desde pequeños en cuestiones como la economía, la salud física, mental o sexual, así como necesidades esenciales como saber cocinar o lavar. Aunque tú estés ahí para ayudarle cuando lo necesite, independizarse debe hacerse con todas las de la ley.
Es decir, se trata de que los hijos tengan un baño de realidad y sean capaces de enfrentarse a situaciones cotidianas como una lavadora o cocinar un plato de pasta. Si les resuelves esas cuestiones antes de que llegue la hora de irse de casa, llegado el momento tendrás la tranquilidad de que tus hijos están preparados para vivir en solitario.
¿Tengo que animar a mi hijo a independizarse?
No existe una edad media en la que los hijos deban independizarse, sino que existen muchos factores que marcan la llegada de ese momento. Lo que sí está claro es que es algo que debe pasar, los hijos deben vivir su propia vida y enfrentarse a la edad adulta desde la responsabilidad de llevar una casa. Por lo que la respuesta a si debes animar a tu hijo a independizarse es sí.
Sí, si está preparado emocionalmente, si tiene solvencia económica para hacer frente a sus gastos, si tiene autonomía para responsabilizarse de sus horarios, trabajo, estudios y lo más importante, si tiene madurez para asumir la vida sin la protección de los padres. Un hijo que cumple con todas esas características está más que preparado para independizarse, independientemente de la edad que tenga.
Cómo puedo ayudar a mi hijo en su nueva vida independiente
Cuando llegue el momento, es muy importante que te muestres alegre y orgullosa de la decisión de tu hijo. No le pongas difíciles las cosas llorando o mostrando disgusto. Que los hijos alcen el vuelo y comiencen su vida en solitario es bueno, forma parte de la maternidad. En lugar de mostrar sufrimiento anima a tu hijo a buscar piso, enséñale a buscar las mejores ofertas y anímale a visitar pisos hasta que encuentre el que más le gusta.
Mientras, descubre si tu hijo está preparado para vivir solo o si necesita ayuda. Por ejemplo, dedica un tiempo a enseñarle cómo poner una lavadora y cuál es tu truco para que la ropa quede bien estirada sin tener que planchar. Enseñar a los hijos a economizar el tiempo y el dinero también es ayudar al chico a independizarse. Pregúntale si necesita algo, si quiere que le expliques cualquier cosa, ve preparándole emocionalmente para lo que significa vivir fuera de la casa familiar.
Sin prisas, sin que resulte algo estresante para el chico o para ti misma. Porque comenzar una vida fuera de la casa de los padres es emocionante, pero también aterrador. Aunque sepas que están a una llamada telefónica, vivir en tu propia casa significa hacer frente a cualquier situación. Tampoco optes por retrasar el momento usando artimañas como desilusionar al chico, porque en algún momento se irá.
Seguro que prefieres que tu hijo cuente contigo para todas sus decisiones en lugar de contar con ayuda de otras personas. Eso lo conseguirás creando una relación de confianza con tus hijos, desde que son pequeños hasta cuando se marchan de casa y comienzan a vivir su propia vida. Recuerda que tú misma tienes una nueva oportunidad de comenzar, de vivir nuevas experiencias y disfrutar de esta nueva etapa de la maternidad.