Cómo ayudar a los niños a comer bien es una de las principales preocupaciones de cualquier padre o madre. Porque la alimentación es esencial en el desarrollo de los niños y lógicamente a todos preocupa que lo hagan correctamente. El principal problema reside en que la mayoría de los niños ponen pegas para comer, especialmente algunas cosas muy importantes como la leche, las verduras o las legumbres.
Por ello, educar a los niños desde muy pequeños en una alimentación sana, saludable y variada, es la clave para evitar un montón de conflictos con la comida cuando se hacen más mayores. No obstante, hay niños que por muy bien que tú quieras hacerlo son malos comedores y eso mucho más difícil de gestionar. Por lo qué si necesitas algo de inspiración para ayudar a los niños a comer bien, toma nota de los siguientes consejos.
Cómo enseñar a los niños a comer bien
Si tienes un hijo que por norma general come mal, lo más probable es que en más de una ocasión hayas tenido la tentación de dejarle sentado en la mesa durante mucho, mucho rato, con la intención de que dejase el plato limpio. Pero con la casi total seguridad de que has terminado cediendo, porque si el niño no quiere es que no quiere. Esto es muy frecuente y pasa en muchas casas, pero sin duda nunca se consigue el objetivo deseado.
La comida no puede convertirse en un duelo entre padres e hijos, porque cada día hay que comer varias veces y esto se puede volver insostenible. Tanto para la relación del niño con los padres, como por su propia relación con la comida, convertir la alimentación en una pelea no puede tener más que consecuencias negativas. Por lo tanto, hay que buscar alternativas más amables, paciencia y comprensión para conseguir que los hijos aprendan a comer bien.
Si el niño tiene buena salud, no hace falta que coma «de todo»
Es decir, es fundamental que los niños coman alimentos de todos los grupos porque cada uno contiene una serie de nutrientes necesarios para su desarrollo y crecimiento. Ahora bien, no es necesario que el niño coma todos y cada uno de los tipos de alimentos de un mismo grupo. Si tu hijo tolera ciertas verduras está bien, si toma ciertos tipos de carne, pescado, legumbres, está correcto.
Siempre que el pediatra te diga que tu hijo tiene buena salud, significa que los alimentos que come cumplen correctamente con su función. Puedes intentar ampliar su alimentación poco a poco, incluyendo algún alimento nuevo de vez en cuando pero sin causar peleas en la comida. Es preferible que el niño coma bien lo que ya le gusta, a que empiece una guerra y deje de comer lo que ya le gustaba.
Prepara una sola comida
Muchos padres y madres cometen el error de dejar que los niños coman a la carta. Seguro que en más de una ocasión has preparado un segundo plato con tal de que tu hijo comiera algo. Esto es un error porque se acostumbran a elegir y la cocina de casa no es un restaurante, no hay una carta para elegir, lo que hay es lo que se come. Tu hijo no va a enfermar por irse a la cama sin cenar, no sufras por eso.
Plato único y completo
Si los niños son malos comedores, tener por delante todo un menú de 3 platos puede resultar abrumador desde antes incluso de sentarse a la mesa. Es preferible poner un solo plato completo, con alimentos que cubran las necesidades del niño en cantidades apropiadas. Un buen plato de carne o pescado, acompañado de verduras es mejor que un primer plato de verduras, otro de carne y después un postre.
La comida debe ser placentera, es necesaria para vivir pero también uno de los placeres de la vida. No conviertas esos momentos en una guerra con tus hijos. Cada etapa es complicada y la comida es una preocupación para muchas familias, pero con paciencia, con comprensión y mucho amor, conseguirás que tus niños coman bien.