Un bebé puede comenzar a manifestar algún tipo de alergia desde una edad temprana. Las alergias se manifiestan como una reacción patológica del sistema inmune a la sensibilidad de algún tipo de organismo. Se presentan como alteraciones en el sistema nervioso, respiratorio o con algún tipo de erupción, dónde es muchos de estos casos puede llegar a ser desde leve a otros efectos más crónicos. Ante tal circunstancia debemos de tener presente cómo ayudar a un bebé con alergia.
No se puede saber cuál es la causa de la aparición de estas alergias en niños tan pequeños, sabemos que tienen un sistema inmunológico limitado, pero puede haber muchos factores que lo desencadena. En general se suele asociar a factores genéticos y hereditarios.
¿Cómo detectar una alergia?
En algunas ocasiones puedes llegar a notar una reacción anómala si el niño se alimenta exclusivamente de la leche materna. La madre ha podido alimentarse de algún tipo de alimento que ha traspasado a la leche materna. Entre algunos de los alimentos se ha demostrados que la leche de vaca es uno de ellos.
En esta ocasión el bebé puede reaccionar con un malestar abdominal, vómitos, diarrea continua o con erupciones en la piel como eczemas o urticarias. En algunos casos más severos pueden llegar a tener hasta dificultad para respirar.
Otro tipo de alergias que se pueden producir son con el contacto a ciertos elementos o al respirar algún tipo de partícula en el aire que puede producir cierta reacción. En estos casos cuando existe esta manifestación se puede llegar a presentar con rojeces en la piel o lesiones, dónde provocan picor, escozor e hinchazón. En otros casos puede aparecer una inflamación de los labios o párpados.
Otros síntomas y con mayor alerta es cuando existe una mucosidad excesiva, con silbidos al respirar, sobre todo si es repetitivo y con una sensación de ahogo. En algunos casos se puede observar que hay una tos continua, sin bajar el ritmo, dónde puede llegar a crear una insuficiencia respiratoria. En otros casos más graves se puede producir una hipotensión arterial, provocando una bajada de la tensión muy drástica. Muchas partes del cuerpo no reciben la suficiente sangre y puede llegar a ser grave para un bebé.
¿Cómo ayudar a mi bebé con alergia?
Hay que hacer una exploración y un análisis de lo que está provocando la alergia en el bebé. La alimentación puede llegar a ser uno de los principales motivos. Si la alergia deriva de la leche materna habrá que cambiar algún tipo de alimento que esté trasvasando a la leche de la madre, o en otros casos cambiarla a leche de fórmula. Puede que sea al revés, que la leche de fórmula sea la que ocasione esta alergia, dónde hay que sustituirla por otro tipo de fórmula.
Otros bebés que ya han comenzado con la alimentación sólida pueden manifestar un rechazo a ciertos alimentos. La leche, el huevo, los frutos secos, las legumbres… son algunos de alimentos que más ocasionan reacciones y dónde hay que eliminarlos de la dieta. A partir de ahora habrá que leer muy bien las etiquetas de los alimentos para analizar su composición y evitar cualquier problema.
Los ácaros del polvo pueden ser otro de los motivos, dónde habrá que hacer una gran limpieza y evitar la exposición del polvo doméstico. Las moquetas, las alfombras y los peluches son los principales objetos que más transportan este polvo doméstico.
Otras partículas dañinas que pueden causar una reacción en el sistema respiratorio son la presencia de mascotas. La caspa que desprenden los animales, su saliva, la orina u otros residuos pueden provocar alergia. El polen de algunas plantas es un polvo fino que también al respirarlo crea esta reacción, al igual que la presencia de moho, ya que sus esporas pueden provocar graves problemas respiratorios.
En la mayoría de estos sucesos se puede llevar un gran control de las alergias, en muchos de los casos con evitar el alérgeno por completo se termina de conquistar esta reacción llegando a manifestarse de forma leve. Pero en casos más graves el médico tendrá que prescribir antihistamínicos, vacunas, inmunoterapia o mediadores de la inflamación. Hay alergias que vienen de por vida y los padres tendrán que lidiar con sus hijos e incluso doctrinarlos para que sepan reconocer en un futuro los alimentos o sustancias que les hacen daño.