Si tu hijo está marginado en clase, es porque has llegado a esa conclusión por diversos factores que lo determinan. Es un niño que ha demostrado de repente otro tipo de comportamiento social entre sus compañeros y eso hace que se dificulten sus buenas relaciones con ellos.
Normalmente estos niños exteriorizan en casa otro tipo de vida social con su familia. El niño viene agitado o desganado de clase e incluso no le gusta ir, pondrá excusas por no querer acudir a sus clases diarias.
En casa tendrá un comportamiento que refleja ser siempre un niño que está a la defensiva, se enfada por todo lo que le rodea y de manera más rápida, llora y se enrabieta con más facilidad y muchas veces se encierra en su propio mundo, volviéndose más tímido.
Cómo ayudar a tu hijo si está marginado en clase
La mejor forma de actuar es detectando cuáles son las necesidades o dificultades de los niños para poder ayudarles a superar ese rechazo.
Lo que pueden hacer los padres:
- Entender sus sentimientos es lo primero que el niño puede necesitar, quiere que le escuches y entiendas su situación. Es importante que intentes consolarlo cuando se sienta triste pero no lo compadezcas.
- Cuando no puede participar en juegos, cumpleaños u otras actividades organizadas por los demás compañeros. El niño en ese sentido se sentirá marginado y sienta un rechazo. No hay que dejarlo que sienta esa exclusión se le puede explicar que esa situación se volverá a repetir y ya tendrá otra oportunidad para participar en ella. Por lo tanto, no reforzar lo que está sintiendo, sino hacérselo ver desde otro punto de vista y con una sonrisa.
- Da poder a tus hijos, refuerza su autoestima. Se puede ayudar a reforzarlo organizando tareas con objetivos para asumir a corto el éxito. En estas situaciones el niño siente miedo al fracaso, se siente rechazado. Seguramente no entienda cómo puede interactuar o ser gracioso con lo demás compañeros, no los entiende y no sabe qué decir. En este momento es cuando se siente apartado del grupo. Hay que reforzarlo y animarlo a que puede intentarlo y que sea más selectivo, si con unos compañeros no funcionan sus intenciones, siempre puede acercarse a otros que merecen de su amistad.
- No refuerces a decir al niño que es grandioso. Por supuesto que el niño es grandioso, pero no puedes reforzar a que él es mejor que nadie, en este conflicto hay que trabajar las dos posturas. Los padres primero tienen que comprender al niño, permitir y decirle que esto se puede cambiar. Hay que confiar en que cualquier día esta situación será diferente, que todo depende de él. No hay que quitar importancia del mal comportamiento de los demás, se puede reseñar. Pero hay que hacer creer que todo también depende de la buena actitud que puede alcanzar su grandioso hijo. Cuando se vean estos pequeños cambios no hay que olvidar los elogios, porque son importantes.
- Intenta pedir ayuda en el colegio, seguramente haya profesores que entiendan esta situación y sepan lidiar con estos conflictos. Debes de preocuparte cuando tu hijo muestre un comportamiento en casa mucho más extremo, seguramente pierdan el placer por las cosas, no coma o coma en exceso, quiera dormir con sus padres, se quejan a diario de dolores de cabeza o barriga…es aquí cuando debes de buscar ayuda profesional.
Si quieres descubrir la diferencia entre sentirse marginado a el acoso escolar, puedes leer estos artículos dónde se explica las señales sobre el acoso escolar, qué hacer cuando tu hijo es víctima de acoso escolar o cómo enseñar a tu hijo a reforzarlo después de que ha sido víctima. Seguro que te ayudará mucho leer estos contenido.
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