La hipersomnia en niños se presenta como un trastorno no orgánico del Sueño, es la presencia de somnolencia o sueño excesivo durante el día, dónde el niño le cuesta mantenerse despierto y llevar un ritmo de vida normal, lo cuál le provoca conflictos sociales con la familia y resto de compañeros.
Se presenta con síntomas cómo no prestar demasiada atención en el colegio por estar adormilado, dónde cualquier actividad cotidiana le exige un gran esfuerzo, y presenta alteraciones en sus funciones corporales e incluso en su sentido del humor. Todo ello se asocia a la hipersomnia en niños.
Síntomas más característicos
Hay que considerar que un niño de 3 a 5 años duerme alrededor de 11 horas, añadiendo que un niño entre 9 y 10 años duerme una media de 10 horas. Si en cualquiera de estas estadísticas observamos que el niño demanda muchas horas más de sueño, debemos diagnosticar la posible consecuencia de padecer hipersomnia.
Hay que añadir a todo esto una excesiva somnolencia y muchas ganas de dormir durante el día y con todo ello suponiendo que el niño ha cumplido con sus horas de sueño nocturnas.
Si esto concurre durante más de un mes y afecta a las actividades diarias del niño debemos de incluirlo como un trastorno. Raramente se le asocia a otros trastornos como la narcolepsia o apnea del sueño.
Posibles causas
Habría que determinar los posibles motivos que causan este trastorno de sueño, podemos encontrar las relacionadas con los hábitos caseros que tienen los niños en casa, entre ellos podrían no dormir las suficientes horas o ser de mala calidad su sueño durante la noche, con frecuentes despertares. Otros niños quizás solo demandan más horas de sueño de los normal.
Otras de las causas principales son por presentarse por consecuencias fisiológicas como algún tipo de enfermedad y en el que habría que estudiarlo o por razones psicológicas o por los hábitos que comparten con su familia.
Cómo ayudar a un niño con hipersomnia
Hay que tener una buena calidad de sueño principalmente. Si observas que al niño le cuesta dormirse por la noche o tiene despertares nocturnos que pueden alterar su sueño debes de establecer una serie de medidas:
- Hay que establecer unos horarios nocturnos, el niño debe acostarse siempre a la misma hora y cumpliendo con sus horas de sueño, si crees que no son suficiente horas aumenta alguna hora más.
- No dejes que vea la televisión o que use algún tipo de tecnología antes de acostarse, esto puede alterar su sueño.
- Tampoco permitas que pueda tomar algún tipo de bebida que contenga cafeína (refresco de cola, café, té, chocolate) esto le puede estimular y quitar el sueño.
- A algunos niños les altera la lectura de cuentos antes de acostarse, tienes que evaluar si eso podría llegar a afectarlo.
- Si el niño está tomando algún tipo de fármaco también debes observar si es el consecuente de tal conducta.
Si aún tomando esta serie de medidas y observando que el niño tiene una buena calidad de sueño siempre podemos acudir a un especialista para observar con mayor detalle las consecuencias. Se determinará cuál es su calidad de sueño haciendo una entrevista a sus cuidadores o padres e incluso al propio niño.
Es importante conocer que el sueño es regulado por una hormona que es la melatonina y el cortisol y que la temperatura corporal actúa como factor principal. Así mismo hay factores que también contribuyen a este trastorno y es que se mantenga una absoluta oscuridad para dormir, que no haya fuertes sonidos o algún tipo de hábito específico que habría que meditar y que probablemente concluya a momentos de estrés.