Ir a una nueva escuela siempre es un motivo de incertidumbre, tanto para las madres y padres, como para los propios hijos. Lo que no es lo mismo es el motivo de cambio. Es posible que haya habido una mudanza en la familia, y ahora el niño o la niña vaya a otro colegio; que le toque pasar de grado y en su antiguo colegio no haya esa posibilidad, o sencillamente que hayáis encontrado una escuela con unas técnicas de aprendizaje que os parezcan mejores.
Sea como sea el primer día en una escuela nueva es ilusionante, pero también difícil. Confía en tus hijos, van a tratar que la adaptación sea un periodo breve. Ayúdale a sobre llevar esta adaptación y observa cómo se encuentra en su nuevo espacio.
Pasos previos antes del cambio de escuela
Como hemos comentado el cambio de escuela puede venir motivado por diferentes cuestiones. Sea cual sea el motivo te damos una serie de recomendaciones previas al primer día de colegio. Habla con tu hijo sobre los motivos por los que va a cambiar de escuela, mudanza, mejor preparación, si se trata de una cuestión económica…el niño debe conocer la realidad del cambio. Pregúntale cómo se siente ante esta nueva realidad, hazle saber que es totalmente normal sentir ansiedad o miedo o estar de mal humor en los días previos, pero lo más importante: no está solo, estáis apoyándole en todo lo que necesite.
Si es posible visitad con él o ella la nueva escuela. Así conocerá las instalaciones, a alguno de los profesores y, puede que hasta a sus compañeros. Explícale por qué habéis elegido esta escuela. Si el niño es adolescente, podéis hacerle partícipe de otras opciones que hayáis barajado, y cuál es el motivo de haberos decantado por esta escuela.
Si tu hijo o hija tiene una referencia directa de la escuela, es muy bueno que charle con esa persona. Hay escuelas que tienen un sistema de apoyo en el que a cada niño o niña nueva se le asigna un alumno antiguo para darle la bienvenida y para ayudarle a superar los primeros días.
El primer día en la nueva escuela
Es evidente que para un niño o niño que no es feliz en su anterior escuela, cambiar de colegio será un acto liberador. Aunque implique perder a algunos de sus amigos o profesores favoritos. Pero vivirá de manera más ilusionante y con expectativas positivas este cambio. Esto no estará exento de temor y de ansiedad y en este proceso de adaptación es importante el primer día de escuela.
Aunque tu hijo sea adolescente acompáñalo el primer día de escuela. No hagas un drama de la despedida, intenta que sea corta, pero demuéstrale que le apoya. Si para llegar al colegio utiliza el transporte público o la bicicleta haced el recorrido durante días previos, y a la misma hora que lo hará luego.
Asegúrate del curso y línea en el que tu hijo está inscrito. No hay nada más embarazoso e incómodo que equivocarse el primer día de clase. Asegúrate que ha llegado el expediente académico de tu hijo. Confirma que está inscrito en las asignaturas que hayáis elegido. Uno de los factores más determinantes para el éxito de un alumno o alumna es que esté en la clase adecuada.
Seguimiento de la nueva escuela en casa
Una vez que tu hijo vaya a la nueva escuela mantente atenta a cómo se integra. Pregúntale cómo le va, cuáles son sus amigos, qué profesores son los que más le gusta, si ha pensado hacer alguna actividad extra…este tipo de preguntas te irán dando pistas de cómo está siendo su adaptación. Podéis marcar juntos nuevos objetivos escolares, que pueden ser de tipo social, académico o extracurricular.
Si lo consideras oportuno puedes animarle a mantener las relaciones con sus antiguos compañeros de la otra escuela. Pero sólo si los motivos por los que se ha producido el cambio no tuvieron que ver con que el niño se sintiera mal en ella.
En el proceso de adaptación de tu hijo a su nueva escuela es recomendable que él o ella vea que para ti esa escuela también es importante. Pregunta si puedes participar en la escuela, forma parte del AMPA, de las actividades extracurriculares, habla con los profesores. El niño no es el único que debe integrarse en el colegio nuevo, para ti también debe ser un proceso de integración.